No. Yo no soy ese de la foto que viste una camiseta de Granada Noir. Yo no soy Jesús Lens. Yo soy otro. Yo soy SOY. Su Otro Yo. Y así me presento en IDEAL, hoy.
Y es que a Jesús Lens le han fabricado un robot, a su imagen y semejanza. E, insisto, ese SOY yo. Para que queden las cosas claras. Porque ustedes saben que ya hemos ingresado en la Cuarta Revolución Industrial. Casi sin darnos cuenta, entre el internet de las cosas, las impresoras en 3D, la ciberfísica y lo smart, este mundo está cambiando una barbaridad.
Primero fueron la máquina de vapor y la mecanización. Después llegó la electricidad y, por fin, la automatización. Ahora, con la interconexión entre máquinas, sistemas, digitalización, información y big data hemos dado un paso más. Un paso de gigante hacia el futuro, para los más optimistas. Un paso que nos conduce al abismo y al Apocalipsis tecnológico, para los más pesimistas.
A mí me tienen que contar entre los optimistas, por supuesto. ¿Qué otra cosa podrían esperar de mí, sabiendo que SOY un robot? Lens, sin embargo, no lo tiene tan claro. Lens es un tipo raro al que una misma cosa, situación o acontecimiento suele provocarle una reacción y, a la vez, la contraria. Él sostiene que eso le pasa por ser Géminis. A mí me parece, más bien, que le da demasiadas vueltas a la cabeza.
Por ejemplo, mientras yo estoy escribiendo este artículo, él ha salido a correr. “Para aclarar las ideas”, insiste. Y es que está preocupado. Por mi culpa. De hecho, anoche tuvimos una discusión. Y es que Lens se siente amenazado. Por mí. ¿Lo pueden creer? ¡Se siente amenazado por un robot que es su propio yo, pero en versión cibernética!
Dice que le voy a quitar su trabajo. Yo le digo que no. Que esa frase es incorrecta. Que le sobra el “su”. Que yo solo estoy aquí para quitarle trabajo. Algo de trabajo. Un poco. Que no voy a arrebatarle “su” trabajo. Que solo he venido a su vida a aligerársela, evitándole los aspectos más mecánicos y engorrosos.
Y es que no entiendo de qué se queja. Si Lens ya tenía esta idea para un artículo, ¿para qué perder el tiempo en redactarla? Mejor irse a correr, en busca de relax e inspiración. Y que SOY haga el trabajo sucio, claro…
Jesús Lens