Notición. Tengo una de esas noticias de las de ‘¡Paren las rotativas!’. Permítanme compartir con ustedes una exclusiva sin precedentes: nieva en Madrid. ¿A que no se habían ustedes enterado? Pues nieva en Madrid. Mucho. Cantidad. ¿Cómo se han quedado? Escarchados, imagino.
Vaya por delante que, con cuarto y mitad de la nieve que ha caído en la capital del Reino, yo también habría subido mil quinientas fotos y vídeos a mis redes sociales. De hecho, había habilitado un par de raquetas Dunlop para hacerlas pasar por raquetas de nieve y sacarme fotos en mitad de la Avenida de Dílar vestido de trampero, como Jeremiah Johnson, avanzando con decisión entre la ventisca.
Me quejo por el empacho de imágenes compartidas de Madrid nevado, pero en realidad es envidia. ¡Filomena, qué te hemos hecho para que nos ignores de esta manera, que queríamos hacer esquí de fondo por los bosques de la Alhambra y tirarnos en trineo por la Cuesta del Chapiz!
Ha nevado en tres cuartas partes de España, pero las noticias hablan casi en exclusiva de Madrid. Tiene su lógica, dado que, a pesar de todas las advertencias, había decenas de coches atascados, Barajas estaba cerrado y el AVE dormía en su nido. Aun así, estamos hasta el colodrillo del centralismo informativo.
Ahora ha sido Filomena, pero la semana anterior eran las ‘ayusadas’ y el Zendal, Almeida bailando la polca y Galapagar. Y la que viene serán Florentino y Zidane. Se le critica a Ángel Gabilondo que esté desaparecido en combate, pero tengo la sensación de que hasta él mismo está empachado de Madrid. Cómo será la cosa que empiezo a echar de menos noticias sobre Barcelona y procés…
A la hora de analizar el fenómeno de la España vacía o vaciada hay que echarle una pensada a la polarización informativa del eje Madrid-Barcelona. Y no hablo de fútbol, precisamente. Es necesario ampliar el eco y el alcance del maravilloso lema ‘Teruel también existe’ y clamar por la visibilización del resto de España.
Galicia, por ejemplo. Seguro que pasa algo en Galicia que pueda resultar de interés. O Asturias, que sí lo ha petado con su extraordinaria campaña de vacunación, afortunadamente. ¿Qué pasa por los campos de Castilla y en la albufera valenciana? O en Extremadura. Seguro que algo pasa en Extremadura. ¡Queremos saber!
Jesús Lens