¿Sabían ustedes que el mismísimo Hannibal Lecter anduvo por Granada, en sus años mozos? Resulta que, si hacemos caso a la segunda temporada de la barroca y adictiva serie de televisión “Hannibal”, el caníbal más famoso de la historia visitó las cuevas del Sacromonte y convivió con un grupo de gitanos que le enseñaron a cocinar su tortilla más famosa, elaborada con distintos tipos de casquería; sesos y criadillas, sobre todo.
El Rincón Oscuro de hoy, en IDEAL, está dedicado a Granada como escenario de películas, libros, novelas y tebeos de corte negro y criminal.
Y es que no consta, sin embargo, que Hannibal se citara con Carlos, el sastre más famoso de la ciudad de la Alhambra. Y mira que habría sido un encuentro de lo más apropiado, por cuanto a sus gustos gastronómicos se refiere. Porque, tal y como Manuel Martín Cuenca contó en su película “Caníbal”, el personaje interpretado por un lacónico e introspectivo Antonio de la Torre era lo más opuesto que se pueda imaginar a ese veganismo ahora tan moda.
Carlos había establecido su sastrería en una de las orillas del Darro. Y tenía su vivienda habitual justo en la orilla opuesta, separadas por apenas cincuenta metros y conectadas por uno de los puentes más sugerentes de Granada.
Dejo volar la imaginación y sueño con que un buen día, Hannibal estaba paseando por la Carrera del Darro, deleitándose con la arquitectura que la jalona, cuando a su sensible pituitaria llegó el aroma de la carne que Carlos estaba friendo. Esa carne, tierna y jugosa, que… ustedes ya me entienden.
Es lo bueno de la ficción negra y criminal. Que nos permite sublimar nuestros más bajos instintos sin dejar en el camino más cadáveres que los literarios. Y cinematográficos.
Contemplar la ciudad de Granada desde una óptica noir, a través de las novelas y las películas policíacas que la han usado como escenario, nos permite trazar rutas turísticas que, alterando nuestra percepción, se salen de lo normal. Porque, después de ver “Caníbal”, uno ya no volverá a contemplar la Carrera del Darro con los mismos ojos, añadiéndole a su proverbial belleza ese punto de misterio que la hace aún más mágica, más intrigante, más atractiva.
¿Y qué me dicen del Rey Chico que tanta importancia tiene en “Caso cerrado”, la novela de César Girón que ganó la IV edición del Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona? Una novela que comienza con el hallazgo de un cadáver, flotando en las aguas del Darro, por parte de una pandilla de chavales. ¡Ay, la noche, la mala vida y las orillas de los ríos!
Pero no todo son caníbales y cadáveres en la Granada Noir. Por ejemplo, en la película “Días contados”, adaptación de la novela de Juan Madrid, los protagonistas eligen el hotel Alhambra Palace como súmmum del amor fou más desenfrenado y lujurioso. ¡Cómo disfrutan los personajes interpretados por Carmelo Gómez y Ruth Gabriel del emblemático hotel granadino! Y qué bien da en pantalla uno de nuestros establecimientos hoteleros con más solera y tradición.
Solera y tradición que tiene, por ejemplo, la calle Ganivet. Y es que Justo Navarro ya nos habló de los cambios urbanísticos operados en toda esa zona en su prodigiosa novela “Gran Granada”, recientemente galardonada con el premio Andalucía de la Crítica. Una historia muy negra y muy criminal en la que el entorno urbano de la Granada de los 60 desempeña un papel trascendental.
Entorno urbano cambiante que también tiene una especial relevancia en la serie de novelas protagonizadas por Matías Verdón, popularmente conocido como El detective del Zaidín. Y es que la novela negra es fundamentalmente urbana. Y de barrio. Por eso, tal y como señala el escritor Alfonso Salazar, hoy día sería posible cruzarse con sus personajes en bares como el Pacurro o el Olimpia, locales con historia y tradición, bien arraigados en el imaginario colectivo del barrio.
Pero volvamos a los marcos incomparables. ¿Saben ustedes el desasosiego que puede provocar el Palacio de Carlos V por la noche, al final de los conciertos del Festival de Música y Danza? El escritor Juan Torres Colomera nos habla de ello en “Asesinato en la Alhambra”, que comienza con el asesinato de un afamado violinista búlgaro en ese paradisíaco entorno. ¡La que se arma en la ciudad, con el caso!
Lo dejamos aquí. De momento. Porque a la Granada negra y criminal aún le quedan más rincones oscuros por descubrir. Y no tardaremos en recorrerlos…
Jesús Lens