Hoy hemos declarado un Día Machadiano en la Blogosfera, para conmemorar el setenta aniversario de la muerte del poeta andaluz. Justo cuando esto salga al aire, en Sevilla se habrá dado el pistoletazo de salida a la XV Maratón Popular, la de mi debut en la mítica distancia de los 42,195 metros.
¿Qué otro poema podía elegir, hoy, sino éste?
¿The Road to glory o The road to perdition?
En cualquier caso, este poema y esta carrera; la gloria, el fracaso, el esfuerzo… todo ello está dedicado a ese otro camino que ahora se abre por delante… Revolutionary Road.
Caminante No Hay Camino
de Antonio Machado
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a verso…
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a verso.