Todavía me estoy descojonando de la risa. Que esta mañana, leyendo El País, me encuentro con esta emotiva Carta al Director, en El País:
¿No es estremecedora? ¡Toda una lección de vida! Por favor, qué prodigio de sensibilidad y de amor a los libros.
Lástima que no haga más de tres o cuatro días que este chiste estuviera dando vueltas por las Redes Sociales:
¡Joder! ¿Es necesario plagiar hasta para enviar una sencilla Carta al Director, por bienintencionada que sea?
Qué jodida, esta vida…
Jesús Lens