El viernes, en IDEAL, recordamos que ayer jueves fue, para los amantes de la cultura, un paraíso. O un infierno, según se mire. Porque si estabas en la master class del fotógrafo José María Mellado no podías acompañar a la pintora Irene Sánchez Moreno en la inauguración de su exposición “Inclemencias”, en el Palacio de los Condes de Gabia.
Si asistías al concierto de Jacco Gardner y Ramírez te perdías un par de conferencias importantes, un encuentro con Mago Migue y una presentación literaria. Y es que en Granada pasa como en el Madrid de Eugenio D’Ors: cuando llegan las siete de la tarde, o das una conferencia o te la dan.
Semana intensa, culturalmente hablando, en la que el punto y final a FITUR ha dado paso a la presentación de las actividades de Retroback, Festival de Tango y Granachef. ¡Un no parar!
A falta de Museos Picasso o Pompidou de referencia y con un Centro Lorca que sigue siendo un melón por abrir, Granada cuenta con un potente sector privado que amalgama una programación cultural de primer orden, vibrante e imprescindible, para complementar a las instituciones.
Asociaciones culturales como Ool Ya Koo, que dan continuidad al Festival de Jazz de Granada y al Jazz en la Costa con una programación estable de conciertos que, cada semana, convierten el Club Magic en un Blue Note a la granadina. El Planta Baja y su apoyo a la escena musical alternativa. Salas como La Expositiva, que estrenan ese cine de autor que las salas convencionales han eliminado de su programación, además de organizar mil y una actividades más.
Nuevas galerías de arte como Millenium, que vienen a sumarse a esos templos de resistencia artística que son las galerías de Ceferino Navarro y, en el Zaidín, la de Santi Collado. O nuevas librerías como Ubú Libros y Agapea, que organizan encuentros con autores, lecturas y actividades para niños.
El empuje, la ilusión, el trabajo, la tenacidad, la preparación y la profesionalidad de estos currantes son esenciales en una ciudad como Granada, autobautizada como Capital de la Cultura. Pero no olvidemos que, además de atesorar un voluntarismo a ultranza, estas personas también son empresarios con facturas que pagar, Autónomos en los que darse de alta y balances contables que cuadrar.
Por eso, hay que apoyarles. Hay que ir a sus locales, hay que tomarse algo durante los conciertos, hay que difundir sus actividades… porque si queremos cultura, tenemos que cuidarla entre todos. (Por ejemplo: no debéis dejar de venir al concierto de Ernesto Aurignac del jueves 4 en CAJAGRANADA. Compra tu entrada AQUÍ)
Jesús Lens