Que el partido de ultraderecha que votó en contra de la creación de la comisión para la reconstrucción de Andalucía haya acabado presidiendo la comisión para la reconstrucción de Andalucía es la más perfecta ejemplificación de la idiocia y mentecatez del momento político que vivimos.
Los dos JM que están al mando de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno y Juan Marín, se han cubierto de gloria con esta decisión, un error de cálculo que debería costarles caro.
Desde su irrupción en el Parlamento de Andalucía y en un buen número de ayuntamientos, la táctica de Vox ha sido tan sencilla como efectiva: empiezan diciendo que no a todo para alardear de esa vena antisistema que inflama a los suyos y, después, ceden en la mayoría de lo que les proponen PP y Cs. A cambio, recogen unas migajas de poder.
Con sus peticiones imposibles, sus manifiestos absurdos y sus exigentes astracanadas, Vox se convierte en trending topic en las redes sociales y monopoliza la conversación y los grupos de güasap. Además, le dan combustible a los más ultras de los ultras que pueblan sus filas. A quienes, al desfilar y manifestarse, se les pone el brazo tieso.
En ese incendio, la ultraderecha cuenta con la involuntaria ayuda y colaboración de un sector de la izquierda que, entrando al trapo de todas y cada una de sus insensateces, no hace más que amplificarlas. Ya se sabe que el fuego, para extenderse, además de combustible necesita oxígeno. ¡Menos abanicos! ¡Menos ‘soplaores’!
Al darle a Vox la presidencia de la comisión para la reconstrucción de Andalucía, PP y Cs han dejado una cosa clara: les importa una higa. Les trae al pairo la comisión, la reconstrucción de Andalucía y, por extensión, la suerte de los andaluces.
Hay temas con los que no se debería hacer politiqueo, sino política. El de la reconstrucción de Andalucía tras la pandemia es uno de ellos. El más importante. Si los Jotaemes no sabían que, dándole la presidencia de la comisión a Vox, la enterraban antes de nacer, es que no conocen ni el aire que respiran. Si lo intuían y, aun así, lo han hecho… lo dicho: nos toman por peleles a todos los andaluces.
En Madrid, la decisión del JM de Ciudadanos ha irritado profundamente a un partido que trata de recuperar el centro perdido. A ver si le hacen entrar en razón. A tiempo está.
Jesús Lens