Este Cuento tiene más de 140 caracteres. Con espacios. O sea que no puede participar en ESTE concurso que proponíamos esta tarde. Pero, eso sí, os prometo que está basado en hechos reales… de hace apenas unas horas. A ver si os gusta.
Hoy viví una nueva sensación, corriendo.
¡Espera!
¡Alto!
No seas malandrín/a y cierres esta página, pensando que voy a volver a hablar de correr y de esas demencias propias de la secta de Las Verdes.
Por fi, dale una oportunidad a este relato, ¿vale?
Que sólo voy a contar lo que me pasó hoy, al ir corriendo, a eso de las 15.45 horas, por la zona del Asadero, en Cenes de la Vega.
El caso es que estaba corriendo muy flojo, despacio y premioso. Por eso alargué el recorrido hasta allí. Justo cuando crucé el puente que hay frente a la gasolinera y emprendí la vuelta a Granada, me adelantaron un papá con su hijo, en sendas bicicletas. Seguí avanzando y, al meterme en la alameda que comunica Cenes con la Fuente de la Bicha, en un recodo del camino, retrepados malamente en unos maderos, había dos sujetos, borrachos como una cuba, terminando de pimplarse, a morro, una botella de JB. Eran dos gandulones de unos veintipico de años. Con pintas. Y allí estaban, balbuceando y diciendo incoherencias. Nada especialmente grave u ofensivo, realmente.
Seguí mi camino.
Y me crucé con una chica digamos que espectacular. Alta, pelo castaño, gafas de aviadora, piercing en la oreja, vientre moreno, liso y al aire… una auténtica hermosura. No pude evitar (de hecho, no lo intenté) mirarla de soslayo, bajando aún más el ritmo de mi carrera.
Exquisita.
Y seguí adelante.
Entonces vi que padre e hijo habían detenido sus bicicletas y miraban hacia atrás. ¡Qué descaro, el de ese padre de familia, buscando con su mirada la retaguardia de la beldad que ya se alejaba de nosotros!
Pero no. Resultó que el hombre estaba buscando a su santa esposa y al pequeñín de la familia, que venían pedaleando un poquito más atrás. Y entonces lo ví claro. Al tipo tampoco le habían hecho ni pizca de gracia los dos borrachos de antes, por lo que comprobaba que su mujer e hijo no tenían problema alguno al pasar a su lado.
Y, en ese punto, sin siquiera pensarlo o planteármelo, cosa que siempre me ha gustado tanto como sorprendido de mí mismo (será por haber visto tantas películas), me di la vuelta y reemprendí la marcha… en sentido inverso.
La chica miró levemente hacia atrás y, la verdad, tuvo que llevarse un repullo de cuidado cuando se percató de que el mangallón de dos metros con pelado de marine americano, gafas de sol y camiseta roja del ejército español (aquella carrera de las Dos Colinas…) se había dado la vuelta y, sin que hubiera nada ni nadie a la vista, la perseguía.
Pero yo, impertérrito, la adelanté, justo unos metros antes de que llegara a donde estaban los borrachos que, nada más verla, habían empezado a soltarle esos cariñosos piropos, elegantes y tan castizos, sobre comerle hasta la gomilla de las bragas… ya sabéis. Y alguno de cosecha propia, sobre lo puta que era enseñando la barriga y lo que les gustaría hacerle.
Justo entonces, para coincidir en un improbable Cuarteto de Cenes, volví a darme la vuelta.
La chica estaba bastante azorada para siquiera cruzar una mirada conmigo. Y yo, más bien, miraba a los dos elementos, mientras continuaba con mi cansino trotar, girando continuamente la cabeza hacia atrás para comprobar que continuaban sentados, mientras la chica se alejaba a paso de Paquillo Fernández en marcha atlética.
Llegados a este punto, podría contarles que ellos se levantaron… y que yo les dije… y que entonces pasó que…
Pero sería faltar a la verdad y, sobre todo, me alegro de que las cosas transcurrieran de esa forma tan sencilla como inocua. Dos borrachos al sol, una chica guapa, unas groserías… y nada más.
Y, entonces, ¿el pomposo y pretencioso título de esta entrada?
Pues nada, amigos. ¡Un vil reclamo oportunista y sensacionalista para captar vuestra atención! 
Sólo me queda pedir perdón a la chica del pelo castaño por el susto que le di. Creo que entendió el porqué me di la vuelta y, supuestamente, la seguí. Podía haberle advertido antes acerca de los borrachos. No se me ocurrió. O haberla abordado justo antes de que llegara a su altura, pero lo mismo me habría dicho que quién era yo para meterme en su vida y que sabía cuidarse sola. De lo que no me cabe ninguna duda.
Así que, opté por actuar de esa manera.
Y, no sé si acertada o desacertadamente, así os lo cuento; orgulloso por haber protagonizado, presumiblemente, mi última buena acción de octubre del año 2009…
Jesús Lens, en plan Caballero Trotante.
PD.- Me preguntan que qué pasó con la Mamá pedaleante y el otro chiquillo, que a nadie parece importarles, que si aparecieron. Esto ocurrió: «Sí. Aparecieron. Y, de hecho, la mujer le cruzó la cara al hombre de un bofetón. Me quedó la duda de si por quedarse esperándola, demasiado alejado de los borrachos, o bien por estar mirando a la chica.
Me hubiera gustado preguntarles, pero estaba muy entretenido salvando a la mujer de vientre plano».
Huelga decir que es broma. Pero sí. Ella y el chavalito siguieron su camino sin problemas.
Comentarios
20 respuestas a «JOHN LENS WAYNE»
¡Cachis Jesús!, esas cosas se graban y se hace luego un pase con los colegas jajajaja;-)
Si las miras, porque las miras. Si las ignoras, porque las ignoras. El caso es que nunca damos en la diana. Olvídate de Jhon Wayne y sigue siendo Jesús Gebrselassie Lens.
Cuate, eres un CABALLERO en los caminos Verdes, en las pistas de basket, en los conciertos, en los viajes, en el blog, en el on the road, en el dia a dia. A partir de hoy te nombro INGENIOSO HIDALGO Y CABALLERO DON JESUS DEL ZAIDIN. Si te hace falta un Pepe Panza, tienes mi movil
Don Jesu No olvide que lo cortes no quita lo caliente. O era lo Valiente?.
Salud TROTON!!!
M’encanta John Lens Waiyne!! seguro que lo entendió i te lo agradeció!!
¡Pero qué elegante eres, coño! Qué bien has descrito a la chica… ¡¡¡Sólo faltó el predecible final feliz de serie B!!!
!!! es imperdonable Jesus, una cámara fotos, coño!!! y veríamos ese vientre liso y esas gomillas de bragas… que esta uno tan solo !!!
JB ? con un poquito de hielo.. AAAHHHH !!!
esas cosas se graban…
puede que consigas lo impensable, …que el foces discurra por el camino del colesterollll aunque solo sea por ver un vientre liso y plano graciasss
Jajajaja. Impetuoso Foces. El JB, a morro y sin hielo. A las 4 pm. Con un par.
Me alegro de que os haya gustado la historia. Por si acaso, hoy correremos por el mismo sitio y a la misma hora
Cuate, meñana es el primer día del resto de tu vida. Lo mismo habría que celebrarlo con un After y una Alhambra…
Javi, si hubiéramos ido todos los de Las Verdes, habría ardido Troya
Mandy, los caminos del Foces son inexcrutables.
Cris, ¡GRACIAS!
Kaperusita, al menos las podemos contar
Gregorio, una aventura 2.0!!
Creo que el peligro para la escultural chavala era ese padre de familia, Jesús. Aunque claro, John Wayne jamás lo habría puesto en su lista.
Jajajajaja. No te creas. Llegado el caso, habríamos terminado desenfundando, para saber quién era más rápido.
PD.- Va sin segundas. ¡Malpensados!
Reconoce que esperabas oir: Miiii heroeeee. Como le decía Olivia a Popeye, eh jurom?
Pero hay que quitarse el sombrero valiente. Ahora eso sí más que John Wayne, pareces Don Quijote, desfaciendo entuertos y salvando damas por los caminos.
Un abrazo desde la Pérfida.
P.D. Fuentes cercanas me han contado que te uniste al grupo de borrachos al grito de: Niña no tengo pelos en le lengua por que tú no quieres.
Qué grande eres Jesús!!! Aunque más que Jesús tendríamos que llamarte El salvador o dios directamente, je,je. Ya veo que lo del vientre moreno y liso y al aire es lo mejor de tu historia. Habrá que preguntarle a ella cómo te describiría cuando le pasaste!! se me ocurren un par de cosas graciosas… pero lo dejaremos estar. Un abrazo vocentero amigo
Por cierto para los relatos microtuiteros.
¡Hola!
Y se ahogó.
Jajajaja. Si es que todos llevamos dentro una parte de Quijote combinada con una parte de Macho Ibérico lenguaraz y deslenguado que nos hace ser tan contradictorios como somos ¿eh?
El Caballero de la Triste Figura.
Lo sé, malandrines. Triste… tirando a Patética…
Pero ¡no lo digáis en voz alta!
Jose, bueno el Twittrelato!!!
¿Cuando venís? Avisad ¿eh?
Antonio, cuando tú vienes, creo que yo me voy. Pero espero que podamos coincidir aunque sea junto a una barra, acompañados de verdes… y de Verdes.
Muchas gracias por tu detalle, no se que hubiera hecho si tu no te das la vuelta y nunca pensaba que te podria agradecer tu gesto y atencion, eres un caballero de verdad. MUCHAS GRACIAS. Por cierto, no es pircing, solo era un pendiente normal que me gusta poner para mis paseos diarios. Tambien gracias por describirme como lo has hecho, pero no es para tanto, me considero una mujer normal. Espero poder agradecerte tu atencion con una cena.
EHHHH JESUS, ESTO HUBIERA ESTADO BIEN VERDAD?, PERO LO SIENTO, SOY DANIEL, AUNQUE EN LA ENTRADA HE PUESTO ROSA, ERA LO PRIMERO QUE SE ME OCURRIO. JA JA JA, ERES UN MONSTRUO. YA NOS VEMOS.
Lo que no me gusta de tú relato, es que nombras repetidamente a Cenes, y desde que te distes la vuelta en el Asadero ya no es cenes, en el tramo que corresponde ya a Granada, nunca vi un municipal de ese EXcmo.Ayuntamiento, auqneu un día no encotremos en el rio, por que destrozan los puentes de maderas y todas las señales, que ponen,que recuerde el Ayuntamiento de Granada, que le corresponde vigilar hasta la panadería que hay despues de la Lancha, pero eso por lo visto no l es rentable
Es curiosos observar la gran cantidad de detalles que uno es capaz de observer cuando está corriendo y que paseando podrían pasar inadvertidos.
Como corredor creo que es porqué estamos más alerta por eso de la velocidad… Muy buen relato.
Met, es verdad que posiblemente vamos más atentos para no darnos la gran trompada. El gran morrazo…
Rosa/Daniel, que no te había contestado!! Co-lo-sal. Me harté de reír.
Manuel, siento ese error geográfico. para mí es que cruzando el Puente de la Fuente de la Bicha, ya es Cenes. Soy un cateto!!!!