Aunque algunos me miren raro, sigo siendo un firme defensor de la prensa en papel. Porque el formato importa. Y mucho. Las páginas 16 y 17 del IDEAL de ayer, sin ir más lejos, firmadas por Pilar García-Trevijano, que abrían con el siguiente e ilusionante titular: «La agroindustria despega en Motril con la instalación de empresas millonarias». (Leer AQUÍ) Nuevas industrias y marcas comerciales, crecimiento, potencial de desarrollo, expansión, puestos de trabajo y riqueza. En la parte de abajo, otro titular interesante: «La Costa Tropical prevé producir 10.000 toneladas de mango esta campaña», con información relevante sobre los subtropicales.
Al final de la página, sin embargo, resaltadas en negrita, dos palabras: «Sin agua». Dos palabras que saltan a la vista del lector del periódico en papel. «Sin agua». Dos palabras que se clavan en los ojos y sirven de necesario reclamo para contextualizar toda la información precedente: la Costa Tropical no aguanta más la falta de agua para regar y necesita una solución de emergencia que ya no pasa por las conducciones de Rules, esa ignominia que debería abochornar a los políticos de nuestra tierra. A todos ellos sin excepción.
«El 60% de los pozos que riegan las fincas de la vega sexitana están al borde de la sequía», denuncian los regantes y el acuífero de Río Verde necesita una inyección de urgencia. Granada es una de las provincias más empobrecidas de Europa y soporta unas intolerables tasas de desempleo. La agroindustria es una de las más pujantes y con mayores posibilidades de desarrollo. ¿Qué hay más importante en las agendas de los representantes institucionales de Granada en Andalucía y España que esta cuestión? ¿Y en los presupuestos de unas y otras administraciones? Se nos llena la boca hablando del futuro, ¿pero qué pasa con el presente? Porque el presente, ahora mismo, indica que la pujante agricultura de la Costa Tropical se queda sin agua y empieza a tener sed. Mucha sed.
Jesús Lens