Yendo de camino para el baloncesto, cruzando las calles de mi Zaidín, doy con esta pintada:
– Anda – me digo.
– Un ácrata que no comulga con las ruedas de molino del pensamiento dominante y, convencido de que el deporte rey es opio para el pueblo, deja constancia escrita de su descontento y malestar – pienso.
Doy tres pasos más allá y mi horizonte visual se amplía.
Ahora, la pintada queda así:
Y, la verdad, ya no sé qué pensar…
Jesús Lens y sus dominicales reflexiones de barrio. Anoche también eran de fútbol. Y el pasado miércoles… ¡uf!
Comentarios
2 respuestas a «La importancia de una palabra»
Toda la razón al grafitero.
El fútbol actual está dominado por unos cuantos clubes ricos (al límite uno) que sea acaparan los medios y crean toda una cultura de la exclusión y el vedetismo. El fútbol siempre fue un fenómeno local, con equipos que representaban a provincias, pueblos o barrios. Una felicidad para la gente común, disfrutar los partidos de fin de semana. Hoy en día está reducido a saber quíen gana más dinero, si Messi o Cristiano Ronaldo, y quien se come a las putas de pasarela más codiciadas. ¡Un asco!
No al fútbol actual, pues.
Este grafitero lo que es es todo un filósofo. Que se quiten Valdano, Guardiola… dónde esté ese pensamiento urbano y callejero de un grafitero del Zaidín…
A mí desde luego me ha dejado sin palabras el considerar que alguien ha sentido la incontenible e imperiosa necesidad de gritar a los cuatro vientos una proclama contra el fútbol moderno, haciendo pública una íntima convicción más allá del tradicional «Kevin ama a Vanesa».
En fin, me ha hecho pensar que efectivamente «otro mundo es posible»