El aleteo de una mariposa naranja en Murcia puede provocar un tsunami electoral en diferentes comunidades de España. A estas alturas ya estarán ustedes al cabo de la calle de todo lo que ha provocado el anuncio de la moción de censura promovida por PSOE y Cs en la Región. Si es así, enhorabuena. Porque en el momento de escribir estas notas me acuerdo de Groucho Marx cuando decía: “Incluso un niño de cinco años podría entenderlo” y, acto seguido apostillaba: “¡Que me traigan a un niño de cinco años!”.
Tras el anuncio de lo de Murcia y la inmediata amenaza del vicepresidente naranja de la Comunidad de Madrid a Díaz Ayuso, esta decidió cortar por lo sano y convocar elecciones anticipadas. Acto seguido, Errejón y Gabilondo interponían sus propias mociones de censura. ¿O fue antes? ¿O fue justo a la vez? Mientras, en Andalucía, Vox también pedía el adelanto electoral.
Esto es lo que se sabía —o se creía saber— en el momento de escribir estas líneas. Todo lo que haya pasado —o dejado de pasar— a continuación es un arcano indescifrable para mí. Ganas me dan de hacerme un ‘Gambito de dama’, echarme alguna sustancia psicotrópica al coleto y tumbarme bocarriba en la cama, mirando al techo, para tratar de vislumbrar los siguientes movimientos y jugadas de una partida endiablada.
Que a Teodoro García Egea, secretario general del PP y diputado por Murcia, se le haya abierto este frente en su comunidad habrá hecho las delicias de Sebastián Pérez, muy crítico con esa ‘efebocracia’ que, según denunció en sus redes, rige los destinos del PP en los últimos años.
¿Cómo afectará este girigay al tándem Moreno Bonilla & Juan Marín en el gobierno de Andalucía? Ellos dicen que están bien. Que su idilio continúa. Veremos. ¿Y en el PSOE? ¿Beneficia todo esto a los susanistas o a sus críticos, más o menos (des)tapados? ¿Y en Granada? ¿Tendrá algún efecto en el Ayuntamiento, en el hipotético 2+2 o, incluso, en el fantasmagórico 2+1+1?
El aleteo de la mariposa murciana es el pistoletazo de salida para la carrera de Arrimadas y los restos de Ciudadanos. Lo que está por ver es si el final de esa carrera les permite consolidar una posición de centro moderada, liberal e influyente o si, en realidad, se trataba de alcanzar a Rosa Díez y, emulando a su mítico UPyD, extinguirse con un silencio más o menos estruendoso.
Jesús Lens