Hoy martes, 8 de noviembre, el Teatro CAJAGRANADA acoge la proyección de “La noche del cazador”, una obra maestra de Charles Laughton, reputado y premiado actor que, en esta cinta, hizo su debut como director de cine. Paradójicamente, y pese a ser unánimemente considerada como una de las grandes joyas de la historia del cine, Laughton nunca más volvería a dirigir, volviendo a centrarse en su carrera de actor.
“La noche del cazador” es una película que figura con letras de oro en la historia del cine, además, por la siniestra representación de Robert Mitchum, cuyo personaje del Predicador es uno de los más turbios y amenazadores del género negro, desde que aparece en pantalla con sus nudillos tatuados con las palabras “Amor” y “Odio”, Love y Hate en el original.
Narrada al modo de un cuento infantil llamado a provocar pesadillas a los niños protagonistas y, por extensión, a los espectadores, “La noche del cazador” también contó con la magnética presencia de una Lillian Gish maravillosa, recuperada para el cine, ya anciana, tras haber sido una de las grandes estrellas del cine mudo hollywoodiense.
El argumento de la película de Laughton es sencillo: sabiendo que una mujer viuda guarda una gran cantidad de dinero, entregada por su marido tras un atraco y antes de ser ejecutado, el falso predicador Harry Powell se casa con ella para tratar de encontrar el tesoro escondido. Lo que no sabe es que ella desconoce la existencia del dinero. Su destino solo lo conocen sus dos hijos pequeños. Y ahí comienza la pesadilla…
“La noche del cazador”, con una puesta en escena es de marcado origen teatral y cuya extraordinaria fotografía en blanco y negro le confiere una magia especial, está basada en hechos reales. En concreto, adapta la historia del granjero holandés Herman Drenth, cuyo alias era Harry Powers. Este hombre sedujo y asesinó a dos viudas y a los tres hijos de una de ellas, cuyos restos fueron descubiertos por la policía en el garaje de su domicilio. Tanto el alias, como el móvil de sus acciones, crean una relación directa entre Herman Drenth y Harry Powel.
El guion de “La noche del cazador” adapta la novela homónima de Davis Grubb en 1953. Este libro introdujo en el mundo de la narrativa una serie de características que ningún autor había utilizado hasta el momento. Planteaba un ambiente opresivo y pesimista que convirtió la obra, casi sin querer, en una gran novela de terror psicológico, hasta tal punto que el propio Stephen King ha reconocido en más de una ocasión haber sido influenciado por esta obra a la hora de escribir.
A través de este enlace podéis consultar más información sobre “La noche del cazador”:
http://blog.cajagranadafundacion.es/index.php?listEntrada=178
Con esta película continúa el nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA, “Luchando con monstruos”, programado conjuntamente por CAJAGRANADA Fundación y por Granada Noir, con la colaboración de ESCO, algunos de cuyos profesores y alumnos han preparado guías de visionado de cada una de las películas.
El ciclo “Luchando con monstruos”
Aprovechando la celebración de Granada Noir, y de acuerdo a la intención de dar continuidad a las actividades del Festival más allá de los días de celebración del mismo, AulaCine CAJAGRANADA y GRN2 han programado un ciclo de diez películas, que se prolongará hasta final de año y que se proyectarán en el Teatro CAJAGRANADA, a las 19 horas y en versión original subtitulada.
El festival Granada Noir
Granada Noir es un festival multidisciplinar de carácter popular dedicado al género negro y policíaco, puesto en marcha en 2015 por Gustavo Gómez y Jesús Lens y que cuenta con el patrocinio de Cervezas Alhambra y la colaboración de Diputación de Granada, CajaGRANADA Fundación, Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada, además de otras empresas, comercios y particulares.
GRN es un festival que promueve un variado maridaje de propuestas culturales de calidad contrastada; una cita de carácter abierta, creadora, innovadora, participativa y gratuita, que saca la cultura a la calle, a los barrios y a los pueblos y que, además, la lleva a bares, bibliotecas, clubes, cines y cafés.
Un festival cuyo programa está abierto a todas las artes y que permite maridar las disciplinas más diferentes, posibilitando el contacto y la relación directa entre autores, creadores, público y aficionados.