El momentazo del BIL ocurrió hacia las tres de la mañana, cuando una veintena de tipos dejábamos el estupendo Bar Jaráiz y salíamos a la calle un tanto vacilantes –y vacilones- con la lengua de trapo por mor de la cerveza y uno o varios libros en las manos.
No sé cuántos acudimos al final el Encuentro BIL. Aproximadamente, unos treinta o treinta y cinco, entre llegadas tardías y marcha prematuras. Cuando regresamos a casa, a eso de las cinco de la mañana, vimos que se nos habían pasado siete horas a una velocidad vertiginosa, hablando de libros, fútbol y formas de vida. Escuchando cómo Rebeca Murga y Lorenzo Lunar nos leían sus relatos y extractos de sus novelas, manteniendo una animada e ilustrativa tertulia con ellos y, después, montando corros por todo el Jaráiz, hablando de la otra Cuba y de todo lo divino y lo humano, bebiendo Rubias y Verdes sin parar.
en el momento vacilante de dejar el Jaráiz, como es bien perceptible. Fui feliz y dichoso, anoche. Porque lo pasamos bien. Porque aunamos libros con cervezas, diversión con amigos, factibles planes de futuro con quiméricas y alocadas propuestas de actuación, música con palabras, dibujos con fotogramas, amigos virtuales con amigos carnales. Diríamos que el ADSL descendió a la tierra y posibilitó que la comunicación fluyera a través del ancho de banda más potente que hay en el mundo: un puñado de buena gente bebiendo y charlando amigablemente. Para evitar cualquier indeseable olvido, no desgranaremos el nombre de todos los que estuvimos, anoche, en el Jaráiz. Pero a todos, mil gracias por vuestra presencia. Y, a quiénes las circunstancias os alejaron de allá, no hay problema. Porque, si os apetece y estáis dispuestos a concurrir a más encuentros de este tipo, seguiremos promoviendo BILs. Mi querido Alter ego, José Antonio Flores, me dice que tenemos que hacer algo con Biedma, nuestro paisano de Sevilla que tanto y tan bien escribe. Me parece una idea excelente y, en Semana Negra, veremos cómo nos organizamos para, en otoño, hacer un nuevo BIL. Que a los autores les viene muy bien, por cierto. Lorenzo firmó ayer unas treinta de sus novelas. Lo que no está nada mal. Porque, además, los compradores de esos libros, al calor de la dicción y las anécdotas contadas por nuestros autores, se lanzarán como lobos a leerlos y, después, los comentarán, recomendarán, reseñarán, etcétera. Y un agradecimiento muy especial a la gente del Jaráiz, que tan bien se portó. Un bar inquieto que promueve encuentros literarios y que sirve de sala de exposiciones. Como la que se inaugura hoy, “Imágenes por un mundo solidario”, cuyas fotografías serán puestas a la venta en beneficio de un proyecto interesantísimo: Mongol Rally 2008. Para mayor información, entrar en esta web de los amigos Trotacaminos. Ponemos un punto y seguido a este primer y exitoso BIL y, lo importante, que nos sigamos viendo, reuniendo, charlando y discutiendo con cualquier excusa y ocasión. Un abrazo fraternal a todos. Vale. Y a todas. Sin maldad. 😉 Jesús Lens. PD.- Más reseñas del encuentro BIL: en el Cuadeno Bueno, de Alberto. Y en el Diario de un Corredor de José Antonio Flores. Etiquetas: encuentro BIL, birras y libros, cerveza, amigos, lunar, murga, negra y criminal, literatura, encuentro |