Hace unos días subíamos una entrada a esta bitácora sobre actores y actrices que se habían cambiado el nombre para favorecer su carrera. Teníamos un añadido sobre músicos y artistas de los escenarios que traemos ahora a colación…
Decenas de músicos e intérpretes también han decidido reinterpretar sus nombres, en busca de sonoridades harmoniosas. Si Bob Dylan decidió homenajear al poeta Dylan Thomas a la hora de enmascarar su Zimmerman natal, Elvis Costello combinó en nombre del rey del rock con su segundo apellido materno, de forma que nunca quedó rastro del complicadísimo Declan Patrick MacManus que le pusieron sus padres.
Conocidos son los miembros de U2, Bono o The Edge; y ese Elton Hércules John, nacido como Reginald Kenneth Dwight Harris, decidió honrar con su nombre a dos personas distintas: cuando estaba iniciándose en el mundo de la música, conoció al cantante Long John Baldry y como homenaje a él y al saxofonista Elton Dean, hizo que sus nombres pasaran a la historia.
ROCÍO DÚRCAL Luis Sanz, representante de artistas, descubrió a María de los Ángeles de Las Heras Ortiz en la televisión, y, habiendo quedado impactado por su magnetismo, se puso en contacto con ella y con su familia para que le permitiesen gestionar su carrera. Una de sus primeras decisiones fue cambiarle el nombre, demasiado serio, por uno más comercial y artístico. Rocío era el sobrenombre con que su abuelo llamaba a la niña, por recordarle al rocío de las mañanas. ¿Y el apellido? La propia artista cogió un mapa de España y, al azar, señaló una población, Dúrcal, que estaba en la provincia de Granada.
Y como la conjunción del nombre familiar con el del pueblo granadino sonaba bien, la niña prodigio pasó a llamarse Rocío Dúrcal, dándose la curiosa circunstancia de que, con el paso del tiempo, Rocío se convirtió en Hija Adoptiva de una localidad que también agasajó a la estrella bautizando una calle en su honor. Jesús Lens Espinosa de los Monteros. |