El lunes fue un día complicado para los suscriptores de IDEAL que recibimos alertas con las noticias de última hora. Primero fue un nuevo y fatal accidente laboral, en la planta de reciclaje de Alhendín, donde un trabajador murió atropellado por un bulldozer. Poco después, otro aviso nos alertaba de que un hombre había acuchillado a un compañero de estudios en una escuela de hostelería de Maracena. Y, a última hora de la tarde, el tiroteo de La Zubia.
Un coche que se acerca, una ventanilla bajada, una pistola, cuatro disparos, un cadáver tendido sobre el parque de juego infantil de La Encina y un herido desangrándose, asistido por un médico y varios agentes de policía.
El aficionado al noir que llevo dentro me anima a escribir sobre las similitudes entre la Granada de la marihuana, el Chicago de los años 20 y el contrabando de licor. Sería demasiado peliculero y exagerado, pero no es menos cierto que las mafias de la droga campan a sus anchas en nuestra provincia, como las crónicas de Sucesos de este periódico vienen contando de forma minuciosa en los últimos años.
La marihuana es una droga que provoca simpatía entre una buena cantidad de gente. Tiene buena prensa y existe toda una iconografía a su alrededor que la hace divertida y enrollada, maja y sugestiva.
Mientras que el arte ha procurado mostrar las diferentes caras de drogas como la heroína, el LSD, la cocaína, el crack y todos sus derivados, incluyendo las más amargas, lesivas y jodidas para los consumidores; así a bote pronto no recuerdo una sola novela, película, disco o canción en que se cuestionen las bondades de una droga tan cercana y familiar… que la llamamos ‘maría’ con total naturalidad.
El lado oscuro de la marihuana, sin embargo, su reverso amargo y tenebroso, existe. En Granada, lo estamos viviendo, lo estamos sufriendo un día sí y otro también, entre alijos, tiroteos, vendettas y cortes de luz. Todo ello sin olvidar que la falta de horizontes o expectativas laborales de cada vez más gente joven es el mejor abono posible para el cultivo intensivo de cáñamo. Una situación complicada… de la que apenas se habla en la precampaña electoral.
Jesús Lens