Ya no debería ser noticia que Málaga consiga que una empresa tecnológica de primer orden mundial se instale en sus pagos. Ahora ha sido Vodafone quien ha elegido a nuestros vecinos para abrir un centro de I+D que generará 600 puestos de trabajo de alta cualificación tecnológica.
Siete ciudades del mundo optaban a hacerse con el contrato. Málaga ha sido la seleccionada y Vodafone se suma a Google, Dekra, Globant o TDK; contribuyendo a la implementación de un nodo tecnológico de primer orden en la Costa del Sol.
Francisco de la Torre, el alcalde malacitano, lo tiene claro: “Las administraciones han trabajado leal y conjuntamente para que Málaga se imponga”, señaló.
Hacer la comparación con lo que está pasando en Granada en estos momentos no sería justo. ¿O quizá sí? El vodevil espartano ¿o era sainete valyrio? en que ha desembocado el 2+2 es una muestra más de la incapacidad de nuestros munícipes de llegar a acuerdos de mínimos. Y no digamos ya de máximos.
Podríamos pensar que lo del 2+2 y la operación ‘Desalojar al soldado Salvador’ es coyuntural, pero no. Recordemos que Paco Cuenca accedió a la alcaldía tras la esperpéntica salida entre cartones de Torres Hurtado y que le hicieron la vida imposible. Fue imposible siquiera sacar adelante un presupuesto.
De los audios hechos públicos ayer por IDEAL en una extraordinaria exclusiva, me quedo con una frase de Salvador llevada a portada: “Somos once, tenemos que funcionar igual que en la Junta, entendiéndose como un equipo, en un proyecto que tendrá que reeditarse en las siguientes elecciones”. ¡Ay, Luis, qué cosas!
¿Cuántas veces hemos escrito ‘proyecto de ciudad’? ¿Cuántas veces lo han leído/escuchado ustedes? Málaga tiene un proyecto de ciudad. Granada es un reino de Taifas donde, nada más darte la vuelta, te clavan siete puñales antes de ser abrasado por el fuego amigo, el que más quema.
En Granada, nuestros políticos hacen la guerra por su cuenta y cotiza más destruir al otro que construir nada mínimamente sólido o duradero. Tierra de ideítas y proyectos personalistas, unos proponen la construcción de un gran espacio escénico y otros, desembovedar el Darro.
El alcalde que sobreviva al ‘Juego de Tronos’ que estamos viviendo estos días se encontrará con la plaza del Carmen arrasada y a los concejales personal y políticamente enemistados entre sí. El resultado serán otros dos año perdidos entre broncas e insultos. Lo mismo que en Málaga, vamos.
Jesús Lens