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MALVERDE Y, ADEMÁS, COBARDE

A estas horas, debería estar entrando en la parte más agonística del entreno de hoy, superando los veinticinco kilómetros de carrera. Y, sin embargo, aquí estoy, en casa, con el culamen apoltronado en el sofá.

 

Sí. Soy un Malverde. Lo dije una vez y hoy lo repito. Y, además, un cobarde, que se amilanó ante el entrenamiento que, de cara a la Maratón de Sevilla, habían preparado los sabios, buenos y comprometidos amigos de Las Verdes: 31 kilómetros a una buena velocidad, unos 4,40 minutos el kilómetro.

 

Primero, lo de madrugar. No puedo. Es superior a mis fuerzas. De lunes a viernes no me queda más remedio. Pero los fines de semana… como mi Alter Ego, soy ave nocturna y, aún refugiado en mi nido, me gusta estirar la velada hasta adentrarme en el silencio y el sosiego de la madrugada, leyendo, escribiendo, escuchando jazz.

 

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que he perdido la pulsión por competir. Por competir, que no por correr, que conste. ¿Dónde quedan ahora las sensaciones?

 

A ver si me explico.

 

A lo largo de estos meses, mi evolución como corredor aficionado y voluntarioso ha sido aceptable, dadas las limitaciones de un físico absurdo para el atletismo y una edad tirando a provecta. Perdí peso, llegué a doblar sesiones de entrenamiento, hice series… y mejoré.

 

Pero ya no. De repente, en un último ajuste de cuentas conmigo mismo que aún tenía pendiente, mis salidas a correr han vuelto a ser como las de antaño: tranquilas, sosegadas, introspectivas y soñadoras. Esto es: me calzo las zapatillas, echo las piernas adelante y comienzo a divagar, a discurrir, a imaginar y a solazarme en un mundo de fantasía que me aleja de tiempos, cronómetros, ritmos y pulsaciones.

 

Lo mismo invento relatos que se me ocurren artículos y reportajes. Igual fantaseo con Natalie Portman que me descubro pensando hacia donde empezaría mi recorrido si decidiera dar la vuelta al mundo. Y los kilómetros van cayendo tranquila y sosegadamente. De repente, me adelanta otro corredor. Y ni me inmuto. Paso. No entro al trapo. No intento aguantarle, seguirle y readelantarle. Me da igual. Así las cosas, ¿cómo salir con Las Verdes a hacer un duro y exigente entrenamiento? ¿Cómo no tener miedo a no estar a la altura y a no poder aguantarles ni siquiera en los primeros kilómetros? Lo dicho, además de un Malverde, un cobardón cagón y asustón, por mucho que hace escasos días tuviera un gran entrenamiento, al límite, contra viento y marea.

 

Además, ya me están saliendo barriguita y flotadores otra vez. Ya puede estar tranquilo mi amigo Rafa. Se acabó el Lens espelichao y demacrado que tan preocupado le tiene. Y, por tanto, se acabó mi evolución como corredor. 2008 marcó mis mejores tiempos en carrera y sé, positivamente, que ya no los repetiré.

 

Lo que no quiere decir que vaya a dejar de correr. Por supuesto que no. Pero si hace unos meses me declaraba corredor, hoy vuelvo a catalogarme como jamelgo trotón. Sólo espero llegar a Sevilla y sacarme esa espinita de la Maratón, ser capaz de terminarla y cerrar definitivamente un ciclo de varios meses en que tantas y tan diferentes cosas se han mezclado.

 

Puertas que se cierran. Puertas que se abren. Caminos que se cruzan para después separarse: intersecciones, revueltas, tormentas, frío, oscuridad y, por fin, de nuevo, el amanecer. Y el horizonte por delante.

PD.- Como parece derivarse un cierto malentendido a esta Entrada, pego aquí lo que puse en un comentario:

 

A ver. Tengo que leer despacio lo que he escrito porque me parece que no me he explicado muy bien, aunque mi Alter, que por eso es mi ALter, creo que sabe de lo que hablo.

Antonio, créeme si te digo que eres el tipo con mejor cabeza que he conocido nunca. Lo tuyo es un prodigio de la naturaleza o de la genética. Tu capacidad de sacrificio sólo es comparable a tu vasta y renacentista cultura. Y esa forma tuya de ser obsesiva… ¡me gustaría que fuera la mía!!!!

Pero no lo es.

Yo soy vago. Repito: ¡Soy un vago!

Me explico.

Para mí es relativamente sencillo, en cualquier actividad QUE ME GUSTE, dar el 75%.

Y no me importa dar el 80% Y hasta el 85%.

Pero de ahí no paso.

Por eso nunca estudié oposiciones, por ejemplo.

Para dar el 100%, necesito unas motivaciones tan grandes que, excepto en contadas ocasiones en el trabajo, nunca las he llegado a encontrar.

Por eso no he escrito una novela, aunque ardo por hacerlo.

Por eso nunca aprendí a jugar bien al baloncesto.

Por eso nunca hice alpinismo en serio.

Por eso, ahora, en las carreras, sé que he llegado a mi tope.

Pero ni estoy decaido, ni venido abajo, ni triste, ni desanimado.

Os lo juro.

Es mi forma de ser. Soy feliz llegando al 85%.

Llegar al 100% requiere un nivel de compromiso, de esfuerzo y de dedicación tan grande que (casi) nunca me compensa.

¿Vale? Si estuviera mal… ¿habría hecho 25 kms. después de escribir esa entrada? No. Me habría ido a un bar y habría actuado como un Barfly cualquiera.

Lo que me sabe mal es no haber acompañado a Las Verdes, esta mañana, en su tirada. Pero tíos, es que estáis tres puntos por encima de mí!!!!!!!!

Un abrazo, colegas.

PD.- Antonio… ¡¡¡¡no cambies nunca!!! El mundo necesita de tipos como tú. Así avanza. Yo soy de los que acompañan.

 

 


Comentarios

23 respuestas a «MALVERDE Y, ADEMÁS, COBARDE»

  1. Creo que todos tenemos un mal momento psicológico, como ya comprobaste en el amigo José Antonio.

    Pero arrojar la toalla,
    nunca mientras piernas haya.

    También llevo unos meses adoleciendo molestias en rodillas, apatía en general y mi mayor entrenamiento es pulsar los dedos sobre el teclado. Pero aunque no vea claro el futuro, sé que tarde o temprano estaremos ahí trotando con nuestros ritmos cochineros.

    Me ha encantado ver ese kilómetro 21 de Guadix. Buenos recuerdos me trae por reencontrarme con Verdes y por compartir línea con Pedro Gª Carrasco. Bonita jornada.

    Jesús, no se me entusiasme ni tampoco se me hunda. El equilibrio está entre ambos extremos.

  2. Avatar de El Foces
    El Foces

    pues si te quitas de super-correr te debes quitar de super-comer… que los trigliceridos amenazan a muchos lens… verdad de la buena.

  3. Yo soy un in-verde, a veces, un mal «verde», aunque me encantan «las verdes».

    Espero no ser un viejo, «verde».

    Si no has de correr, al menos no dejes de «verder» (palabro entre verde y beber).

    Saludos desde la otra esquina del sofá. Toni Sagrel.

  4. Avatar de JOSE ANTONIO
    JOSE ANTONIO

    ¿ Qué quieres que te diga Alter ? Que suscribo lo que escribes. Que el correr es importante, pero también leer de noche, escribir de noche, escuchar música de noche. Que es lo que yo digo: madrugarpaqué, si hay día para correr. Yo ahora me voy a hacer 29 kilómetros si puedo y en ese trayecto pensaré en tu excelente entrada, en otras que pienso hacer, en artículos que pienso escribir, en libros que pienso leer, en música que pienso escuchar y descubrir y no miraré reloj alguno, tan sólo los olivos, acequias y sierras que alcancen mi visión. Tan sólo una cosa te voy a contradecir: ya no eres un jamelgo trotón. Excelente esa foto para la historia del kilómetro 21 que hizo Mati. Fue quizá nuestra mejor media maratón y sabes por qué lo digo.

  5. Tú tranquilo cuate, que lo que el cuerpo pide, suele ser sagrado. Aparte de eso, ya llevas tiempo esforzandote muy mucho, a contracorriente por trabajo y otros menesteres, y eso ya es de elogio. Y quitandote del basket. Mucha penitencia. Hoy hemos ganado 88-24 y hemos disfrutado. Pero sin ti. ANIMO Y DESPUES DE LA MARATÓN, YA VEREMOS

  6. Avatar de Antonio

    Jesús, cada uno corremos por diferentes motivos, puede ser una válvula de escape, una forma de pasar un rato con los amigos, una ilusión por ver hasta dónde podemos llegar. Pero salvo los que corren por dinero y por oficio, no hay malos corredores, cada uno debe encontrar su lugar, su ritmo y sus motivos. Mal corredor es el que corre sin saber por qué, dejándose llevar por los demás.

    Ahora, yo también leo, y bastante, disfruto de muchísimas cosas alejadas de las zapas. No lo veo incompatible, sencillamente sé lo que quiero hacer en cada momento. Sé que ahora soy corredor, es una forma de enfocar la vida, quizás de una forma distorsionada, pero que me aporta una claridad descarnada.

    Además, para mi un maratón es algo serio y quiero darlo todo. También sé que soy un obseso.

    Un abrazo y mucho ánimo que te encuentro un poco decaído.

  7. A ver. Tengo que leer despacio lo que he escrito porque me parece que no me he explicado muy bien, aunque mi Alter, que por eso es mi ALter, creo que sabe de lo que hablo.

    Antonio, créeme si te digo que eres el tipo con mejor cabeza que he conocido nunca. Lo tuyo es un prodigio de la naturaleza o de la genética. Tu capacidad de sacrificio sólo es comparable a tu vasta y renacentista cultura. Y esa forma tuya de ser obsesiva… ¡me gustaría que fuera la mía!!!!

    Pero no lo es.

    Yo soy vago. Me explico. Para mí es relativamente sencillo, en cualquier actividad QUE ME GUSTE, dar el 75%.

    Y no me importa dar el 80% Y hasta el 85%.

    Pero de ahí no paso.

    Por eso nunca estudié oposiciones, por ejemplo.

    Para dar el 100%, necesito unas motivaciones tan grandes que, excepto en el trabajo, nunca las he llegado a encontrar.

    Por eso no he escrito una novela, aunque ardo por hacerlo.

    Por eso nunca aprendí a jugar bien al baloncesto.

    Por eso nunca hice alpinismo en serio.

    Por eso, ahora, en las carreras, sé que he llegado a mi tope.

    Pero ni estoy decaido, ni venido abajo, ni triste, ni desanimado.

    Os lo juro.

    Es mi forma de ser. Soy feliz llegando al 85%.

    Llegar al 100% requiere un nivel de compromiso, de esfuerzo y de dedicación tan grande que (casi) nunca me compensa.

    ¿Vale? Si estuviera mal… ¿habría hecho 25 kms. después de escribir esa entrada? No. Me habría ido a un bar y habría actuado como un Barfly cualquiera.

    Lo que me sabe mal es no haber acompañado a Las Verdes, esta mañana, en su tirada. Pero tíos, es que estáis tres puntos por encima de mí!!!!!!!!

    Un abrazo, colegas.

    PD.- Antonio… ¡¡¡¡no cambien nunca!!!

  8. ¡Pero hombre de Dios! Preocuparte porque no corres pa matarte… Mírate en mi espejo. Siyo me sintiera culpable de ser inactivo…
    Hombre de Dios.
    Rigoletto

  9. Sabes? quien dice quien tiene razón? el que se machaca rodando y no sabe ni por donde discurre, o el que corre disfrutando de la sensacion y el paisaje. Quizás uno haga hora y veinte y otro hora y cuarenta pero…Quien quiere ser cada uno? a veces no lo tenemos claro, yo al menos dudo.
    Aunque luego intente siempre dar el máximo, lo que a veces desemboca en las pocas o poquisimas ganas de correr que tengo ahora mismo…y a correr voy!

  10. Sinceramente, no creo que sea un mal momento… simplemente uno distinto… na… Capi, debes hacer lo que te apetezca… cuando y dónde…

    Besos nazaríes.

  11. Avatar de Manolo

    Qué grande eres Jesús. Has vuelto a dar en el clavo. Pobretico el clavo. Me identifico cien por cien con tu descripción porcentual ¿Redundo demasiado?. Yo he nacío pa estar tumbado. Soy un perezoso vocacional. Soy más flojo que un muelle de goma. Muy pocas cosas me hacen dar el cien por cien, y no creas que esa certeza no me ha creado problemas de conciencia a lo largo de la vida.
    «¿A qué pollas aspiras entonces en la vida?», me soltó el otro día un borracho en una taberna (ya sabes que el alcohol es el líquido que riega la verdad) cuando rechacé su amigable profecía de que algún día me vería dirigiendo un periódico o algo por el estilo.
    Jamás de los jamases. Ni valgo ni quiero valer más que para satisfacer un hedonismo particular que se satisface con placeres minúsculos y raros, y que considera una pequeña cima vital cosas como leer tu blog y escribir este comentario, o escribir aprisa una columna todas las semanas o embarcarme en aventuras como la de Nueva York o el Dakar.
    No sé si me he desviado mucho del argumento inicial de este comentario. Sólo quería decirte que adelante, que no corras ni un metro más de lo que te pida el cuerpo, que mates el gusanillo del maratón, y a otra cosa.
    Creo que a ambos nos ocurre algo parecido: más allá de ciertas predilecciones básicas que se mantienen como constantes de nuestras vidas (leer, cine, viajar, álgo de música, leer, viajar, leer, cine, leer, escribir, leer, leer, leer periódicos, libros o prospectos, leer) de vez en cuando nos da por algo, nos zambullimos en él, lo estrujamos a más no poder, nos saciamos y, acto seguido, procedemos a abandonarlo para siempre.
    Puede que el correr forme parte de este proceso en tu vida. El tiempo dirá. Suerte.

  12. Avatar de JOSE ANTONIO
    JOSE ANTONIO

    Pues no imaginaba yo cuando leía esta mañana la estupenda entrada de nuestro anfitrión que el asunto del correr derivada desde declaraciones de intenciones hasta interpretaciones filosóficas y profundas de la vida. Muy interesente. Sobre todo después de correr en torno a 32 kilómetros, que es otra filosofía de vida, cayéndome todo el agua del mundo. Así de dinámico es el mundo de los blogs, y tal vez por eso nos gustan más que otras herramientas de comunicación. Excelente.

  13. Avatar de JOSE ANTONIO
    JOSE ANTONIO

    ..Perdón, no es una derivada matemática sino: derivara (segunda linea), jeje.

  14. Si lo importante es correr y eso ya lo haces… la forma en que lo hagas no es lo importante.

    Animo Jesús!

    Besillos

  15. Avatar de rodolfo

    Paton corre solo para ti si es necesario.

  16. Lo importante es que te sientas a gusto haciendo el deporte que haces, a lo mejor estás más a gusto sin competir y corriendo por diversión

  17. Avatar de El Pinar
    El Pinar

    Entiendo este deporte, correr como deporte, como hobby, como terapia, pero no puedo entender porque todos los que corréis buscaís la competición a costa de todo.

    LLegar el primero, tener la mejor marca; debe ser alucinante ante los demás… pero ¿ para qué?

    Haz lo que sientas Jesús. Bonita letra.

  18. Es un rollo dar el 100%. No deja margen para nada y así uno no se puede superar. Dicen que el término medio está en la virtud. Tú, me temo que estás NOTABLEmente muy por encima: en el 75-85%, como dices. Así que lamento decirte que no tienes a la VIRTUD contigo pero sí nuestra más sincera VERDEración.

    Anyway, el título de crack te lo ganaste hace tiempo entre nosotros con grandes zancadas.

    Besos,

    Claro

  19. Es una disyuntiva complicada. A todos nos gusta mejorar, crecer y evolucionar, pero ¿dónde poner el límite? ¿Hasta dónde compensa?

    Imagino que depende de las personas y, sobre todo, del momento vital de cada uno.

    Lo que está claro es que el tema no deja indiferente ¿verdad? Porque quién dice correr dice estudiar, aprender… a fin de cuentas, lo de correr no es sino una metáfora de la vida.

  20. Avatar de El Pinar
    El Pinar

    Un buena reflexión Jesús y el correr es como tú dices una metáfora de la vida, es un ejemplo de conseguir cosas como estudiar, aprender. ¿ Pero por qué lo hacemos ?¿ qué es lo que verdaderamente buscamos ? ¿Mejorar? o ¿ mejorar para qué los demás nos vean con más cualidades?

    Creo que me estoy saliendo de contexto, disculpas.

  21. Pinar, yo creo que de todo hay. Nos gusta aprender, claro. Por nosotros, pero también para enorgullecer a quienes nos rodean. Y eso no es malo. Creo. Mejorar nos hace mejores. Es de perogrullo. Ante nosotros y ante los demás. Y son refuerzos necesarios. No excluyentes. Creo.

  22. […] Que yo también estaba un poco loco. Y que quizá no soy tan Malverde. […]

  23. […] Y es que bien sabes que soy un Malverde. […]

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