Nunca olvidaré aquella noche, madrugada ya, en que nos encontrábamos bien castigados, toda la tarde dándole duro a las barras. Se acercarían las 4 am cuando, aposentados en nuestras banquetas del Studio JA de Mariano, en Salobreña, decaía la conversación. Entonces, Colin, muy serio, pronunció una de esas frases suyas, memorables:
– Jesús, vamos a hablar de cosas serias. Vamos a hablar del saber hacer y el saber estar de Guardiola.
Guardiola, entonces, aún no era el filósofo del fútbol (Valdano seguía en el Madrid) y todavía meaba solo colonia. Después empezó a miccionar esencia de rosas destiladas.
Hoy, Guardiola es Pep. Y es Káiser. O Herr. Y es todopoderoso. Y se ha convertido en una marca.
¿Cómo le irá en la Bundesliga? ¿Y en la Chmapions, con el Bayern? Pero, sobre todo, ¿será capaz de envolver a sus jugadores con su prosa poética… en alemán? No sé. El alemán es un idioma, además de complicado, bastante antipático. Woody Allen decía que siempre´que oía música de Wagner, sentía una irrefrenables ganas de invadir Polonia. Yo, siempre que escucho alemán, pienso que me stá cayendo una bronca.
Pero Pep es mucho Pep. Aquí, y en la Bundesliga.
Termino esta diarrea mental con una pregunta: ¿suena lo mismo el «¡Vente a Alemania, Pepe!» de los años 70 que el «Willkommen, Pep!» de los años 10… del siglo siguiente?
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