Mañana martes por la noche, Emilio Herrera y Albert Einstein serán trending topic en twitter. Presumiblemente les acompañará Salvador, que el mismísimo director del Ministerio del Tiempo se hace cargo de una peliaguda misión: evitar el asesinato de Albert Einstein durante su visita a Madrid. El sospechoso del crimen: Un tal Herrera. Emilio Herrera Linares.
¿Cómo? ¿Nos hemos vuelto locos? ¡Eso es imposible! Que Emilio Herrera, a la sazón vicepresidente de la Sociedad Matemática Española, fue el organizador de las sesiones para estudiar la teoría de la Relatividad en las que participó el científico del pelo encrespado durante su paso por España, en 1923.
Además, Einstein se mostró muy impresionado tras su visita al pionero Laboratorio Aerodinámico de Emilio Herrera, junto al mecenas norteamericano Guggenheim. Un laboratorio sobre cuya existencia, paradójicamente, el Ministro de la Guerra del momento no tenía pícara idea ni noticia alguna. ¡Ay, la política española, secularmente refractaria a la ciencia!
Ni que decir tiene que mañana martes, a las diez de la noche, estaré pegado al televisor. ¡Qué temporada nos está regalando El Ministerio del Tiempo! Cada uno de sus capítulos es una piedra arrojada a las aguas calmas de un estanque cuyas ondas concéntricas sacuden nuestras neuronas y nos abren nuevas vías de acceso al conocimiento, la fantasía, el humor y la ciencia ficción. (De hecho, Emilio Herrera ya estuvo en una versión en cómic de El Ministerio del Tiempo. Ver AQUÍ)
Una temporada, además, en la que personajes históricos granadinos como García Lorca y, mañana, Emilio Herrera, tienen un gran protagonismo, lo que constituye motivo de enorme orgullo y máxima satisfacción; en emérita e inolvidable expresión.
He aprovechado este fin de semana para leer las memorias de Emilio Herrera Linares, tituladas ‘Del aire al Más Allá’, que compré en el stand que Librería Picasso montó a las puertas del Teatrillo del hotel Alhambra Palace durante la última edición de Gravite. De hecho, el festival patrocinado por Bankia se inauguró con un homenaje al pionero de la aeronáutica española frente a su tumba, en el cementerio de Granada.
Publicada por la Editorial Universidad de Granada, la edición de Carlos Lázaro y África Ricol de las memorias de Emilio Herrera es una gozada que nos permite descubrir las mil y una facetas de un hombre de honor; militar, científico, divulgador y aventurero comprometido con la razón y la inteligencia.
Siempre fiel a la República española, las memorias de Emilio Herrera nos permiten reencontrarnos con un granadino universal cuyo extraordinario legado se merece mucho más reconocimiento y difusión de los que actualmente goza en nuestra tierra.
Jesús Lens