Tardé lo mío en traducirlo. Imaginaba que José Enrique Cabrero lo comentaría en la entrevista, pero me empeñé en entenderlo como trato de adivinar la jugada ganadora del ajedrez en los Pasatiempos de IDEAL o la película del Frame, el nuevo vicio en que me ha introducido mi hermano.
Tampoco fue tan complicado. La firma de Albert Einstein se reconocía al primer golpe de vista y, sabiendo que el 7 es la T y que el texto estaba en inglés, fue coser y cantar: “La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”.
¡Qué gran camiseta lucía el profesor Eduardo Segura para una entrevista encabezada por el siguiente titular: “Hay fanáticos que me insultan por ser asesor en ‘Los anillos del poder’”. Y es que hay peña indignada por la presencia de elfos y enanos negros y por el protagonismo heroico de las mujeres en la serie. ¿Será por indignarse? (Leer AQUÍ la entrevista)
Flipo con la gente que ve series y películas con el único fin de ponerlas a parir. Pasó con la nueva entrega de ‘Depredador’, en agosto, de la que escribí AQUÍ. Amargados que viven solo para el ñañaña y que no paran de quejarse porque las cosas ya no son como eran. Como han sido toda la vida.
Lo repetiré hasta la saciedad: me encantan los pastiches como concepto. Las secuelas, precuelas, spin offs, universos expandidos, segundas partes, sagas, crossovers, continuaciones, adaptaciones y un etcétera tan largo como sean capaces de imaginar. Después, cada uno de esos nuevos libros, temporadas o tebeos me gustará más, menos o nada. Pero me hace feliz que los creadores sigan trabajando en universos, personajes, tramas y ambientes que me fascinan. Y que le aporten su sello personal. Que los adapten al mundo contemporáneo, si les apetece. Que los actualicen y los transformen a su gusto. ¿Por qué no? Mientras lo hagan bien…
Hay universos que me son ajenos. No puedo con Marvel, por ejemplo. Lo sé, lo sé. Es problema mío. Asumo que me estoy perdiendo cosas chulas, pero me aturden el ruido y la furia de las pocas películas que he visto y termino aburriéndome. Por tanto, cuando se estrena algo de Marvel, me limito a no verlo. No estoy ahí agazapado, esperando cada estreno para perder tres horas de mi vida en algo que presumiblemente no me va a gustar y dedicarme después a criticar, insultar y trolear en las redes sociales mañana, tarde y noche.
Jesús Lens