Lo advertía Andrés Neuman en su pregón de la Feria del Libro de este año, saludado y recibido como combativo y comprometido, más allá de esas faenas de aliño en que suelen convertirse esos actos institucionales.
Cuidadito con los Cuentistas, que son tipos peligrosos y sospechosos.
Cabría pensar que este elogio y reivindicación de la narrativa breve, del cuento y del relato, es otra muestra más de estos de estos tiempos de recortes: un cuento es como una novela venida a menos, amputada y reducida.
Pero no. Los cuentos tienen su propia individualidad e idiosincrasia; naturaleza, estructura y forma de venir y alumbrar el mundo. O explosionarlo.
Estoy contento. Mucho. Coincide la reivindicación del relato con una buena noticia: si pincháis aquí, veréis los 20 finalistas del concurso de Relatos de Cerveza Ficción en que participamos hace unas semanas. ¡Más de 400 relatos se recibieron!
Hoy celebramos el Día del Libro. Y es lunes. De Debate. Una pregunta, a botepronto:
¿Creéis que el libro convencional está en peligro de extinción, por culpa del libro electrónico y los revolucionarios iChismes que han entrado en nuestra vida como un ciclón?
Y, otra más. ¿Qué libro estás leyendo ahora mismo? Yo, éste:
Y, por fin: ¿Qué libro regalarías, en un impulso instantáneo, a una persona que te cae bien? Yo, éstos:
Dicho lo cual, recordamos la invitación para el viernes que viene:
Jesús literario Lens
Comentarios
Una respuesta a «Ojito con el cuentista»
¿Qué es una novela si no una red de cuentos?
¿Sobre el «soporte» de las historias?, pues eso, que no es ni más, ni menos, que un soporte: de la perla me interesa la piedrecita callera más que el nácar que la va a recubir. Y, ya que estamos, un diamante es sólo un trozo de carbón («negro como tu alma, negro», que dice un personaje de una historia negra como el alma negra…) sometido a presión… y tiempo: un cuento / relato, o como gustéis llamarlo.
¿Leer? Hoy, releo, re-busco para encontrar lo ya visto y necesario.
Cordial saludo.
Remedios.