Este cartel lo ha diseñado Colin Bertholet, y lo suscribo palabra por palabra.
La casa de la imagen es la vivienda particular del alcalde de Salobreña y algún cobarde y mentecato la ha vejado con esa pintada, con nocturnidad y alevosía.
Es indigno que las discrepancias por cuestiones políticas, ideológicas o de gestión municipal sobrepasen los límites del diálogo, la discusión y la legítima protesta para convertirse en agresiones de carácter intolerante y claramente fascista.
Es vergonzoso que todavía haya personas que no entiendan la democracia y el sistema de libertad y convivencia en que vivimos.
Es lamentable que una familia se despierte por la mañana y se encuentre en el disparadero de gentuza que vive anclada en otros tiempos y otras circunstancias.
Ese trazo negro sobre el fondo blanco, tan característico de Salobreña, es un latigazo contra la democracia, un borrón que atenta contra la libertad de las personas; una mancha oscura que envilece a quién la ha realizado.
Hoy, Pateando el Mundo y Jesús Lens estamos con Gonzalo y con su familia. Y con la buena gente de Salobreña que repudia comportamientos vergonzosos, insultantes y trasnochados.
Un abrazo.
Ahora, a ver lo que blogueamos el 13 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011