La vida es lo que pasa mientras, en Granada, se contabilizan 17 muertes por coronavirus en un día. De jornada negra se ha calificado. 17 personas fallecidas en Granada, 17 familias destrozadas.
Ahora saldrán los expertos en Todología, esos que de todo y todo lo saben, y aducirán que, en realidad, es el dato acumulado de no sé qué y no sé cuantos cuentos. Que la ratio baja, que los índices mejoran y tal y pascual. Pero el hecho es que ayer se contabilizaron 17 muertos por la covid-19 solo en la provincia de Granada.
Lo sé, lo sé. Está usted aburrido de leer sobre esto. De hecho, lo más probable es que, nada más asomarse al arranque de esta columna, la mayor parte de los lectores hayan desistido de seguir leyendo. Si a partir de aquí les contara chistes sin gracia trufados de lenguaje malsonante, iba a dar igual. Nadie estará leyendo ya. Podría escribir con faltas de ortografía que le hicieran sangrar los ojos. No pasaría nada, que no habrá nadie al aparato.
El tema aburre. Cansa. Deprime. ¡No más covid, por favor! Yo lo he eliminado de mis conversaciones. En cuanto sale a relucir, me tiro a degüello a hablar de las vacunas para sortear la cuestión. Exclamo que hay que aguantar un mes más y ya. Pero no. No es tan sencillo. Que les pregunten a los 89 pacientes ingresados en las UCI provinciales y a sus familias, sin ir más lejos. Y eso sin hablar de la India, las mutaciones, los dobles contagios y demás.
Lo sé, lo sé, amable y paciente único lector que ha llegado hasta aquí: le estoy desmoralizando. A buen seguro que usted preferiría que le hablara del Universo Fortuny presentado ayer. O de lo que me pasó en un bar del entorno del Campo del Príncipe a mediodía, del que fui cordialmente invitado a marcharme. ¡Y eso que íbamos a hacer una foto y una entrevista para el periódico en el interior del local!
Me gustaría hablarles de la tarta de zanahoria que sí nos pusieron en otro garito y de El Ministerio del Tiempo, al que premiamos en el festival Gravite. O de esa estupenda idea de enseñar historia de Granada a través del callejero de la ciudad. Pero es que han muerto 17 personas por coronavirus en un solo día, así que, ¿de qué otra cosa quieren que hablemos?
Jesús Lens