Estuve echando unas cañas la otra noche con Paco Pomet, uno de los artistas españoles con más proyección internacional. Además de en Madrid, donde inaugura exposición a comienzos de 2022; su obra se expone en galerías de Copenhague, Denver, Los Ángeles y, desde finales del próximo año, en Beijing, poniendo una pica en China.
Esa exposición individual en el gigante asiático da la auténtica medida de un coloso del arte que, desde la Vega granadina, ha conquistado todo el mundo, incluyendo al influyente Banksy, que contó con nuestro paisano para aquel maravilloso proyecto que fue Dismaland.
Si no conocen la obra de Pomet, échenle un vistazo… a través de las redes sociales, porque me temo que ver algo suyo en Granada es misión imposible.
Su pintura, figurativa, perfecta y exquisita, es perturbadora, con un punto inquietante. Sus toques surrealistas te atrapan y te dejan absorto en la contemplación de la obra. Algunos cuadros de Pomet son transparentes en su significación, con ácidas cargas de profundidad en su crítica social y su análisis del mundo en que vivimos. Otros invitan al descubrimiento y a la imaginación. A la libre interpretación. Juegan a la ambigüedad y al desconcierto. A la sorpresa. Al enigma.
Algunos de sus cuadros interpelan directamente al espectador. Otros, le cuestionan, le sugieren, le provocan. Lo que no hace, ninguno de ellos, es dejar indiferente a quien lo contempla. Además, todo en la obra de Paco Pomet es nuevo. No tiene fondo de armario. Y si lo tiene, no lo muestra al público. Su obra está en permanente evolución y, por ejemplo, aún no sabe qué pintará para su exposición en China. ¡Sorpresa!
Personalmente, me maravillan sus cuadros en blanco y negro, tan cercanos a esa estética noir que me fascina desde siempre. Es increíble la cantidad de matices que le extrae a esa infinita gama de grises que, en la obra de Pomet, se ve sacudida por raptos de color, deslumbrantes fogonazos de rojos, amarillos y naranjas con resonancias pop.
Y están sus colores ‘fríos’. Como el magenta. O el mismísimo Very Peri que Pantone ha elegido como Color del Año 2022. De hecho, era uno de los temas de conversación previsto para nuestra charleta, pero nos enredamos con otras cuestiones, de las exposiciones inmersivas, los museos y la educación a Calahonda, el mar, la pesca y el vino. Y se quedó en el tintero. ¡Así hay excusa para volver a juntarse!
Jesús Lens