Otra de las impagables fotografías que Nefer nos ha hecho llegar…
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VIAJAR O NO VIAJAR. ÉSA ES LA CUESTIÓN
De hecho, en cualquier sitio al que hemos viajado, en Semana Santa o en Navidad, nos hemos encontrado con ingentes cantidades de españoles. Por descabellado que fuera el destino.
Este año, sin embargo, la gente parece no viajar.
Aunque el viernes, en la columna de IDEAL, abundaremos en el tema de la crisis económica y la cuestión del rukiki, podemos adelantar que una de las razones para la ausencia de españoles allende los mares tiene que ver con la falta de parné.
Por lo que a mí me toca, este año, si quiero viajar en verano, tendré que pedir un préstamo. Se acabaron las veleidades post-hipotecarias de compra/venta del domicilio habitual. Y no sé qué hacer. Hay un viaje que llevo acariciando desde hace tiempo y que, quizá, por fin hagamos este año, sin necesidad de coger aviones. O al menos, no que sean de largo recorrido.
Y por eso hemos puesto una encuesta en la Margen Derecha de esta Bitácora:
¿Qué tenéis pensado hacer en las próximas vacaciones?
Hasta final de mes para responder, queridos amigos… ¡Anímense y hagamos de esto algo verdaderamente interactivo!
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
UNA MIRADA NOSTÁLGICA A DIRE STRAITS
El problema fue mío, lo reconozco.
Ir a un concierto de un tal Mark Knopfler, al que perdí la pista desde el punto y hora en que disolvió a los Dire Straits, era absurdo.
Es decir, que yo iba al concierto a escuchar a los Dire Straits. Como el 85% del público, por otra parte.
Demasiados recuerdos de una arcadia feliz en que, con 15 y 17 años, no tenías preocupación alguna. Días de vino y rosas en que escuchar “Money for nothing” era lo mejor de lo mejor. Vale. Mark digitaliza como nadie. Sus guitarras son una maravilla y algunas de las notas que les arranca son memorables. Pero el Knopfler en clave íntima, como me decía Alberto esta mañana, se perdía entre las 10.000 personas que querían marcha. Y la marcha… pues que, personalmente, me pilló cansado, o melancólico, o de bajón.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros. |
HERIDAS PERMANENTES
Y en los meses que Jon pasará en NYC se producirán dos series distintas de asesinatos. Por un lado, mujeres. Por otro, ex combatientes. Un bautismo de fuego de lo más enigmático… y sangriento.
A través de los ojos de Jon, nos damos de bruces con esa realidad mestiza y multicultural que resulta inherente a los EE.UU. en general y a Nueva York en particular: un policía de origen irlandés al que le toca como compañero un afroamericano y un vasco que trabajará con un hispano. En unas calles siempre complicadas, eso sí.
Lo bueno de que llegue una persona de fuera a un ambiente cerrado es que aporta una visión nueva, una perspectiva diferente. Y de esa manera, a través de los ojos de Jon, asistimos como espectadores privilegiados a los entresijos de una sociedad de la que, en teoría, lo sabemos todo.
Y es que ese punto de vista, llamémosle virgen, sirve para cuestionar desde los métodos de investigación hasta distintos aspectos de una sociedad muy contradictoria. Una sociedad que, en el arranque del siglo XXI, vive sumida en el miedo y el terror, algo de lo que la figura del asesino en serie es el mejor reflejo.
Además, los EE.UU. viven en una situación de guerra. Porque lo de Irak, aunque esté a miles de kilómetros de distancia, afecta de forma muy directa a un amplio sector de la población estadounidense, como “Heridas permanentes”, publicado por la editorial Tropismos, se encarga de contar.
Y todo ello, a través de una prosa muy bien elaborada, directa y clara, que José Javier Abasolo siempre apunta al meollo de una historia actual, moderna y repleta de matices y guiños a la actualidad más rabiosa de un mundo complejo en el que el efecto mariposa alcanza tintes que pueden llegar a ser de lo más sorprendentes.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
EN LA MUERTE DE CHARLTON HESTON
Uno tiene sentimientos contradictorios, entre el gran actor y sus memorables papeles…
Y la persona, sus amigos y sus aficiones…
En cualquier caso, descanse en paz.
Otro grande que se nos va.
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