Leer las perlas de Díaz Ferrán, tal y como las recoge www.eldiario.es tan, tan explicativo… Puestas en relación con la película «El Capital», de Costa Gavras, resultan de lo más elocuente. Sé que este sujeto se representa a sí mismo. Pero no es menos cierto que fue presidente de la CEOE durante mucho tiempo y que los empresarios españoles le confiaron el timón de la más importante asociación del gremio de este país.
7 de junio de 2007, en su discurso de investidura como presidente de la patronal: «La mejor empresa pública es la que no existe». «Las empresas públicas que existen lo que tienen que hacer es privatizarse». «Menos intervencionismo, más desregulación, más externalización de los servicios públicos».
17 de septiembre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers: «Creo en la libertad de mercado, pero en la vida hay coyunturas excepcionales. Se puede hacer un paréntesis en la economía de libre mercado»
6 de mayo de 2009, sobre Esperanza Aguirre (una política a la que financió parte de su campaña electoral a través de 260.000 euros en donativos para Fundescam): «Si es que es cojonuda».
14 de junio de 2009: «Los empresarios no somos culpables de la crisis, hemos creado riqueza».
29 de agosto de 2009. «Sobran funcionarios en España. Estamos en una crisis muy seria y nos tenemos que apretar el cinturón empezando por la Administración «.
23 de diciembre de 2009 , tras la quiebra de la aerolínea Air Comet, compañía que presidía: «Yo no hubiera elegido Air Comet para volar a ningún sitio».
6 de junio de 2010: «Una reforma laboral profunda y global calmará a los mercados»
15 de octubre de 2010: «Hay que trabajar más y ganar menos para salir de la crisis».
Esto es otro síntoma más de la deriva que ha llevado España, el país con más riesgo de pobreza de la UE, junto a Bulgaria y Rumanía. Lo dice Eurostat.
¿Se puede saber qué cojones están haciendo con nosotros?
Jesús estupefacto Lens
Comentarios
3 respuestas a «Filosofía de alcantarilla»
Con independencia de las consecuencias que para él pueda tener su conducta, penales o de otro orden, lo que pone de manifiesto esto es la enorme crisis de valores de esta sociedad, en la que el cinismo, la hipocresia, la mentira son moneda de uso corriente, hasta el punto de que quien no la usa en su actuar cotidiano resulta un pringao, y es que, parece que podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que estas circunstacias del Sr. no podían ser desconocidas por su entorno, que lo tenía que conocer, consentir, y probablemente, jalear.
Muy curioso que después de tantos meses (¿años?) de investigación de este caso, haya sido precisamente ayer…
Cuando más lo necesitaba Montoro.
Esta no la cree ni Jung.
Y como él, ¿cuántos?
Jorge, eso es lo malo. La tolerancia, La connivencia. Cuando nos veamos (este viernes) te contaré una cosa que me pasa con alguien, referido a esto que planteas.
JJ, vamos a ser sentenciosos: nunca es tarde si la dicha en buena. Lo de Montoro se ha saldado con un fracaso. Pero si va a suponer un cambio en el buen trato dispensado a los grandes defraudadores, bienvenido sea.