A estas alturas, ya os habréis enterado del affaire Vigalondo.
El director de cine, justo cuando protagonizaba una campaña de publicidad para El País, llega a los 50.000 Followers en Twitter y, para celebrarlo, no sólo bromea con el Holocausto, diciendo que fue un montaje, sino que se dedica a retwittear y difundir todos los chistes de judíos que sus seguidores le mandan a su cuenta de Microblogging.
AQUÍ tenéis la historia completa.
El caso es que El País cancela la campaña de publicidad que había emprendido con Vigalondo y éste cierra su Blog, mantenido en la Comunidad del Diario Independiente de la Mañana, pidiendo perdón y diciendo que él sólo andaba buscando hasta dónde llegan los límites del humor.
Hoy, en El País, leemos lo siguiente: “Con Internet, las fronteras entre privado y público se difuminan, como también se borran los límites entre profesional y personal. Todo se mezcla, todo cuenta. Nunca había sido tan fácil comunicar, pero no hay que olvidar que el mensaje, una vez lanzado, vuela libre y crece y se transforma, sin que el emisor pueda ya controlarlo.”
¿Qué pensáis? ¿Cómo lo veis? ¿Estáis de acuerdo? ¿Hay límites entre lo personal y lo profesional? ¿Yo soy yo y mi Twitter, mi Facebook y mi Blog? ¿Yo soy yo y la(s) empresa(s) que me pagan? ¿Quién dice qué cosas, la persona o el profesional? ¿Pensáis que todo lo que leéis en Twitter, Blogs o Facebook es verdad y hay que darle credibilidad?
Interesantes cuestiones, para rematar esta intensa semana…
Jesús Lens.
Comentarios
5 respuestas a «PÚBLICO / PRIVADO»
Ufff por partes que son muchas preguntas!!
Moralmente, alguien que escriba en un periódico de tirada nacional debería ser pólíticamente correcto en todos los ámbitos y su privacidad debería quedar solo en su casa. No obstante y es mi oponión personal, alguien a quien se le supone cierta inteligencia como para leerle, no puede ver en sus comentarios nada más que humor poco afortunado, porque lo contrario sería llamar a todos los que le han estado apoyando, leyendo y admirando, tontos por seguir a un tonto, o en este caso a un antisemita, negacionista etc.
Por otra parte cabe la posibilidad de que lo sea y nadie se haya dado cuenta hasta ahora, que en un momento de euforia y creyéndose todopoderoso haya decidido desafiar a todo el mundo con afirmaciones tan poco consideradas.
La línea de lo público y lo privado es muy débil cuando escribes para cualquiera que quiera leerte, pero no nos olvidemos de que lo que él vende es cine, bastaría con no ir a ver sus películas o no leer sus artículos porque lo que cada uno haga fuera de su parcela profesional es cosa suya.
Lo que quiero decir es que seguramente muchos no son lo que su imagen dice de ellos pero tienen derecho a ser como quieran ser mientras no cometan fraude con lo que para ello se les paga. El resto queda al amparo de lo que cada uno, moralmente hablando, esté dispuesto a aceptar del otro.
Por último, bromear con el Holocausto o sus víctimas, es realmente asqueroso, se llame Vigalondo o Perico de los palotes
Mi opinión: cada uno es cada uno, y le cuenta al mundo lo que decide contarle, a través de medios privados o públicos.
Me sorprenden herramientas como el twiter: esa inmeditez de los comentarios lanzados al mundo de la red, a disposición de todos los que quieran saberlo. Lo respeto, aunque no lo comparto, pq soy celosa de mi privacidad, pq creo que cada cuestión debe tener su ámbito de difusión, pq un día estás críptico, otro acelerado, el otro cabreado,… A través de estos foros no existe la línea entre lo público y lo privado: decides hacerlo público, con todas sus intencionalidad y con todas sus consecuencias.
El propio Vigalondo lo reconocía en su blog: «Inevitablemente, cuando el número de followers llega a un número de cinco cifras te asaltan las dudas acerca de si tu sentido de la responsabilidad debería agudizarse, de si deberías pensar dos veces antes de escribir cada sílaba. Pero siempre ha acabado pesando la misma evidencia: Tener un twitter autoconsciente es prácticamente imposible. Como la vida».
La eterna cuestión de serlo y parecerlo (o ambas cosas).
Me quedo con ESTO «A través de estos foros no existe la línea entre lo público y lo privado: decides hacerlo público, con todas sus intencionalidad y con todas sus consecuencias.»
Silviña, comparto plenamente esta reflexión.
Tengo la sensación de que hoy día la privacidad no se lleva: todo eso que antes pertenecía a la esfera de lo personal, hoy día se airea en los media y en las redes sociales: las fotos de tu viaje, las cargas de móvil, lo que cuelgas en tu muro de FB o twiteas, las fotos familiares… ¿Quién pretende hablar de lo privado si lo está haciendo continuamente público?
Los famosos se alimentan de «estar en el candelabro» y airean sus miserias con una desaforada alegría que roza lo impúdico… Lo privado ha muerto o lo hemos dejado morir entre todos.
Y respecto al cineasta, creo que no ha sabido medir y se ha pasado varios pueblos con sus circunvalaciones y cementerios incluidos. No es ya público o privado, sino sensato o rematadamente tonto.
Si esto es lo que nos espera en el futuro, valla rollo! Es como un mercadillo. Por cierto, la novela thriller lo verdadero es un momento de lo falso de lucia etxebarria ¿que tal?