Lo ha vuelto a decir, otra vez, el alcalde Granada. A Luis Salvador, me refiero, por si a alguien le cupiese alguna duda. “Una oportunidad para repensar la ciudad”, señaló al hablar sobre el 2031 y la candidatura a la Capitalidad Europea de la Cultura.
Digo que lo ha vuelto a decir porque, en su momento, ya lo expresó así el anterior alcalde granadino, Paco Cuenca. La pena es que, inmediatamente después, el consistorio encabezado por los socialistas se desentendió del tema.
Luis Salvador ha hecho bandera del 2031 desde el día en que tomó posesión del cargo. Lástima que, desde entonces, hayamos perdido un par de festivales de cine y otro de títeres por el camino. Y el de fotografía. El Festival Internacional de Jazz ha quedado reducido a su mínima expresión y el Premio García Lorca de Poesía viene con más calma que las obras del AVE barato a Sevilla.
Está bien repensar la Granada cultural que queremos en el 2031, pero a este paso, lo mismo nos encontramos con la de 1950.
Menos mal que Pilar Aranda, la rectora magnífica de nuestra UGR, ejerce como tal y apela a cosas tan sensatas como establecer una nueva dimensión en la relación entre ciudad y universidad, creando el neologismo ‘Universidad ciudadana’, sobre el que debemos reflexionar mucho y bien.
El concepto apela a la tradicional generación y transmisión del conocimiento, pero unido a la proyección social de la actividad universitaria más allá del ámbito económico, tecnológico, cultural o divulgativo.
Confieso que, escuchadas en boca de otro, dudaría del valor de esas palabras. Las consideraría una declaración de principios. Un brindis al sol. Que vengan de Pilar Aranda, sin embargo, les confiere un valor especial.
La UGR es el gran agente cultural de la Granada del siglo XXI. Hay que destacar y reivindicar, sobre todo, el titánico trabajo que hace La Madraza, el Centro de Cultura Contemporánea que dirige Ricardo Anguita. Cine, música, arte, cómic, literatura, conferencias… todas las disciplinas artísticas encuentran espacio en una programación que es para quitarse el sombrero. Formas de creer, de verdad, en el 2031.
Jesús Lens