Pasar un par de días en compañía de un tipo como el escritor Carlos Zanón es uno de esos privilegios cuyos efectos beneficiosos se multiplican exponencialmente. Porque con Carlos, o aprendes, o te ríes. Y, en muchos casos, aprendes a la vez que te despelotas de risa.
Estuve con él en Sevilla, en ese lugar prodigioso que es la Fundación Tres Culturas, con sede en el antiguo Pabellón de Marruecos de la Expo. Un lugar bello y hermoso a la vez que funcional y cuya biblioteca, con miles de libros de autores de ambas riberas del Mediterráneo, se convierte en espacio de encuentro y convivencia. Allí se dan la mano los autores árabes con los israelíes, griegos, balcánicos, italianos, franceses o españoles. Escritores muchos de ellos mestizos, nómadas, expatriados, apátridas y multiculturales.
Durante la presentación sevillana de la memorable novela “Taxi”, el escritor Juan Ramón Biedma tuvo el acierto de hacerle un test de personalidad a Zanón, quien desconocía las preguntas de antemano. Su agilidad mental, su capacidad de recordar historias fascinantes y divertidas y su mordaz sentido del humor convirtieron la presentación en un monumento a la inteligencia.
Volví a Granada en coche, con Carlos y Olga Cuadrado, escuchado la play list que ha creado para “Taxi” desde su Fundación Tres Culturas, mientras tramábamos, planeábamos, conversábamos y reíamos; con Tánger en el horizonte más cercano, por ejemplo, con nuestro amigo Antonio Lozano.
Hablamos de literatura, de lectores y lecturas; de viajes, de política y del TEMA, por supuesto. Que Carlos no solo es uno de los grandes cronistas literarios de Barcelona, sino el nuevo comisario de BCNegra y el autor encargado de dar continuidad a Pepe Carvalho, el mítico personaje de Manuel Vázquez Montalbán.
En ese otro templo que es el restaurante de Álvaro Arriaga seguimos pegando la hebra antes de pasar por Picasso y llevarnos un buen puñado de libros, anticipando el Día de las Librerías (AQUÍ, muestras de nuestro paso por la librería).
Y por fin, la presentación granadina, en CAJAGRANADA, con un incisivo Juan Alberto Martínez, de Niños Mutantes, profundizando en el proceso creativo de un Zanón que se abrió en canal antes los lectores que llenaban la sala.
Otra vez el conocimiento. Y las risas. Porque, como defiende Carlos, las únicas conversaciones interesantes y soportables son las que, al terminar, te han servido para aprender algo nuevo o te han arrancado una carcajada.
Jesús Lens