Vamos con otra entrada más sobre “Round Midnight”, que es una película-canción con mucha tela que cortar. Aquí, las entradas anteriores. ¡Y que viva el Cine con Swing!
Una fotografía de 1953 de Bob Parent en el Open Door Café de Nueva York muestra a Charlie Parker y a Thelonious Monk absortos mientras tocan un tema, me imagino que “bopero” como corresponde a la época de la imagen. Desconozco si la pieza que tocaban con tanta pasión los padres del bebop era `Round Midnight (composición de Monk) pero bien podría ser.
Me imagino también que cuando Bernard Tavernier y Herbie Hancock se pusieron a elegir el tema de jazz que mejor podría servir para acompañar las andanzas de Dale Turner, les vino a la cabeza inmediatamente la balada compuesta por Monk. El tema se ajusta como un guante al personaje y la composición del pianista era lo suficientemente representativa para la época en la que se ambienta la película.
Desconozco si Tavernier lo sabía, pero el otro protagonista de la historia, el pianista Bud Bowell, en quién se inspira el personaje de la película, contribuyó desde un primer momento a popularizar esta composición. Parece ser que cuando Powell militaba en las filas de la orquesta del trompetista Cootie Williams convenció a éste para que incluyera el tema en su repertorio. A partir de entonces, ‘Round Midnight, que había estado durmiendo una buena temporada desde que fuera escrita, empezó a hacerse un sitio entre los músicos de jazz.
En jazz, las composiciones no son como empiezan sino como acaban… tocándose. En este sentido, si hay un músico que se caracterizó por dejar su impronta en temas de otros ese fue Miles Davis. La anécdota es conocida pero merece la pena volver a recordarla. Davis hizo una versión en el festival de jazz de Newport de 1955 que introducía algunos cambios en la pieza: incorporaba un interludio que aún hoy se sigue tocando. El concierto y en especial el tema tuvieron una clamorosa acogida. Tras el concierto, Thelonious Monk y Miles Davis discutieron en el coche que los llevaba de vuelta cuando el primero desaprobó la interpretación del trompetista. En un momento dado Monk se bajó precipitadamente del coche. El trompetista recordará así ese momento: “Dejamos a Monk dónde se coge el ferry y nos volvimos a Nueva York”.
Como es lógico, son muchas las versiones del clásico de Monk que merecería la pena recordar. Incluso todavía hay que decir que Dizzy Gillespie reclamaría como suyas la introducción y el final del tema. La interpretación de Bobby McFerry con la que se abre la película es sentida y original. Tiene la virtud de crear la atmósfera necesaria al comienzo de la película. El mantra-tema se reproducirá a lo largo de la cinta acompañando el azaroso deambular Dale Turner durante sus últimos días.
Siendo la música de Monk compleja como es, ´Round Midnight es aparentemente más sencilla y posee algo de mirada contemplativa en medio de la noche. Ese momento elegido por los jazzmen para sacar notas improvisadas a la vida. Quizás por eso siga siendo a mi modesto entender la mejor banda sonora del jazz del siglo XX.
La B.S.O. que se publicó de la película incluía un corte extra grabado en directo de un concierto de Dexter Gordon en compañía entre otros de Woody Shaw en el Village Vanguard de Nueva York. No dejen de escucharla.
Cid & Lens