El pasado jueves volaba de Barcelona a Granada y el avión venía hasta los topes. Mi vecino se había hecho fuerte en su asiento y había tomado posesión del brazo del sillón que supuestamente debíamos compartir. Saqué mi ejemplar de ‘Lo que la primavera hace con los cerezos’, el nuevo y apasionante ensayo de Marta Robles.
Abrí el libro por la página 361 y lo sostuve en precario equilibrio para seguir leyendo. Súbitamente sentí que el reposabrazos quedaba libre. Miré de soslayo a mi vecino. Se había echado hacia el otro lado, alejándose lo más posible de mí. Me pareció raro, tras su previa e imperialista puesta en escena. Juraría que iba limpio y bien aseado. ¿Entonces? ¿A santo de qué esa extraña reacción? Al volver la vista al libro caí en la cuenta. Estaba al inicio del capítulo 8. En grandes letras y en negrita: ‘Maniáticos, fetichistas y depravados’. ¡Toma ya! Con qué tranquilidad continué leyendo el resto del viaje… ¡Para que luego digan que leer es una pasión inútil!
He leído muy despacio y en mucho tiempo ‘Lo que la primavera hace con los cerezos’. Le he dedicado varias semanas, intercalando su lectura con otras. Y es que cada historia que cuenta Marta Robles invita al lector a profundizar en los protagonistas, a buscar más información, a abrir de par en par las puertas de la percepción para descubrir y aprender sobre la relación entre el amor y el desamor con la creación artística y literaria. Los celos, la promiscuidad, las envidias, la anulación…
Marta Robles ha hecho un exhaustivo trabajo de investigación acerca de 60 creadores en cuya obra, el amor y el sexo tuvieron importancia determinante. Entre ellos, varios de género negro, empezando por Simenon, ‘el hombre de las diez mil mujeres y los cientos de novelas’. Por ahí aparecen Chandler y Hammett, claro. Y Patricia Highsmith, complicada donde las haya. ‘La asesina en potencia’, la define Marta Robles. Apasionante la historia de Philip K. Dick, el de ‘Blade Runner’, ese gran noir del futuro que ya es pasado. Tanto me ha gustado que ya tengo su biografía en la rampa de lectura. Escrita por Emmanuel Carrère, se titula ‘Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos’, se presenta como un viaje a la mente del autor y, por lo que he leído a Marta, será la bomba.
Hagan un alto en el camino de la lectura de este Rincón oscuro. Googleen ‘Frida Kahlo piquetitos’ y busquen por imágenes. Nada más qué añadir, señoría. Ojo al capítulo dedicado a los creadores asesinos. Lo de Caravaggio más o menos lo sabíamos, ¡pero qué bien lo cuenta Marta! ¿Se acuerdan de la historia de la novelista noir Anne Perry, que mató a la madre de su amiga Pauline porque quería separarlas? ¿Y de William Burroughs ‘jugando’ a Guillermo Tell y descerrajándole un tiro a su mujer tras haberla animado a sostener una botella sobre su cabeza? Lo de Nancy Crampton me lo guardo para el suplemento Gourmet, que es de lo más goloso. Y morboso. Me ha fascinado particularmente el capítulo dedicado a las mujeres fatales, gran icono del noir, y el de Hedy Lamarr, a la que deberíamos erigir un monumento.
Esta tarde, a las 18 horas, abre sus puertas el Seda Club para recibir a Marta Robles en la celebración de un San Valentín muy especial. Será en el marco del festival Gravite patrocinado por CaixaBank. Todo un viaje en el tiempo por la historia de ese binomio que es el amor y la creación. Perdérselo no debería ser una opción.
Jesús Lens