Hace ya varios meses que comenté la idea de hacer un striptease electoral sobre mi trayectoria como votante, algo que me demandó varias veces un ex-seguidor de este Blog, Conde Duque, que hace tiempo que no se prodiga por aquí.
Si sigues on line, aquí estamos. Por fin. Y lo hacemos justo después de un debate absolutamente decepcionante en que los dos candidatos a la Presidencia de Gobierno se han limitado a intercambiar los mismos golpes que en el debate pasado. ZP ha estado algo más contundente, pero después de la expectación creada, nos hemos llevado un notable chasco. Eso sí, el que aconsejara a Rajoy volver a Irak, se ha lucido.
Empezaré diciendo que, con dos excepciones, he concurrido puntualmente a mi cita con las urnas. Una vez fallé por dejadez y abandono. De ésta sí que me arrepiento. Mi otra abstención fue activa y militante, con conciencia. Y por supuesto, no me arrepiento. De hecho, para el Senado suelo no votar. Ahora no repetiría esa abstención militante. Sobre todo, desde que fui mesa electoral y una señora mayor se vanagloriaba, con orgullo, de haber votado en todas las citas con las urnas desde la restauración de la democracia. Que nunca sabemos valorar lo que tenemos… hasta que lo perdemos. En mis años mozos, entre los dieciocho y los veintitantos, fui votante de IU. Era una época en que leía El Mundo y pensaba que Pedro J. y los suyos querían regenerar la democracia de este país. ¡Cuánta inocencia, candidez e ignorancia! Pero, eso sí, la primera vez que voté en unas elecciones, mi voto fue para Los Verdes, algo que siempre quise hacer desde que leía Natura, era socio de Greenpeace y salía al campo con los amigos de AGNADEN.
De hecho, jamás “gané” unas elecciones hasta que voté por ZP en 2004. Los amigos de IU son como el Atlético de Madrid, siempre abonados al sufrimiento y al rechinar de dientes. Otra vez voté por un experimento llamado Foro, que salió de las ruinas del propio CDS y que comandaba Eduardo Punset, actual estrella mediática de la tele científica. Quién lo iba a decir.
Y he reincidido con los Verdes, siempre en las elecciones europeas, pensando que, como la circunscripción electoral era todo el país y que un Eurodiputado “costaba” sesenta y pico mil de votos; sería posible sacar un Verde, como en Alemania. Pero no. Nunca ha sido posible. En otra ocasión, pensando que el PNV y CiU eran lo mejor para el País Vasco y Catalunya, cuando se coaligaban con los grandes partidos en el Parlamento nacional y conseguían grandes beneficios para sus comunidades, voté al PA, un partido que en Granada tiene actualmente a muy buena gente, pero cuyos antecesores dilapidaron hace tiempo el poco crédito que llegaron a tener dichas siglas.
Ahora llega el 9-M. ¿Qué voy a votar?
¡Ah! Y una vez voté en blanco. Nunca he metido un voto nulo en la urna, insultando a nadie, pero sí deposité un voto en blanco. Una vez. Jesús Lens Espinosa de los Monteros. |