Me quedé estupefacto cuando dieron el dato: el Ayuntamiento de Lyon destina un 20% de su presupuesto a Cultura. ¡Un 20%! Teniendo en cuenta que se trata de la segunda ciudad de Francia, solo por detrás de París, podrán imaginar de lo que estamos hablando…
La cosa comenzó hace ahora 15 años. Fuera de Francia, Lyon era conocida exclusivamente por el Olympique y por Paul Bocuse. Que no estaba mal, pero que no era suficiente. ¿Qué hacer para poner en el mapa a una ciudad de una belleza excepcional que alberga restos de grandes civilizaciones como los romanos, atesoradora de un casco medieval maravillosamente conservado y cuna del Renacimiento?
Invertir en cultura. Invertir, ojo. No gastar. Así nació el Quais du Polar, entre otros grandes eventos que, hoy en día, atraen a cientos de miles de visitantes cada año.
Del Quais du Polar ya les hablaré largo y tendido en un próximo Rincón Oscuro, la sección de los jueves dedicada a la cultura negra y criminal. Un solo dato: en tres días, viernes, sábado y domingo; reunirá a 140 autores de todo el mundo y recibirá a miles y miles de visitantes que harán cola para que sus escritores favoritos les firmen sus libros. De hecho, el jueves, la ciudad ya bullía de literatura, respirando noir por los cuatro costados.
Otro detalle importante: aunque el Ayuntamiento de Lyon es extremadamente generoso con su inversión en cultura, exige que los certámenes y festivales a los que apoya tengan un 50% de financiación privada. Así se evitan esos roalillos familiares y los contubernios entre amigos tan del gusto de nuestros políticos.
Pienso en nuestra Granada, desde una necesaria y bienvenida distancia. Pienso en los siete museítos de andar por casa que propusieron los unos y en el compromiso de poner la primera piedra del Espacio Escénico de los otros. A la vez pienso en la OCG y sus lazos rojos, denunciado su inminente fallecimiento por falta de fondos.
Pienso en las ínfulas de aspirar a la Capitalidad Cultural del 2031 cuando somos la capital andaluza que menos dinero destina a cultura en proporción a su número de habitantes. Pienso, en fin, que nos toman por tontos. Y que posiblemente lo seamos.
Jesús Lens