Granada Station

Resistí el primer arrebato cuando en lo más crudo del crudo verano vi la película coreana “Train to Busan”, una espectacular cinta de zombis más que interesante, con un trasfondo social muy poderoso. Como su propio nombre indica, la película transcurre en un tren que se ve obligado a atravesar diferentes estaciones en su recorrido, antes de llegar a Busan.

Nada más terminar la película de Yeon Sang-ho, el malafollá que llevo dentro pensó que lo bueno de no tener AVE, ni trenes, ni estación en funcionamiento es que, cuando se comience el Apocalipsis Zombi, a Granada no llegará en tren.

 

Pero lo dejé estar. Que el temita ya cansa. Sin embargo, quiso la buena fortuna que haya regresado al universo zombi de Yeon Sang-ho gracias a una película complementaria a la anterior. Se titula “Seoul Station” y viene en la extraordinaria caja metálica con la que A Contracorriente Films ha editado esta doble joya del cine de terror contemporáneo en España.

 

Y esta vez ya no lo he podido evitar. Porque el anime coreano muestra de una forma muy creíble estaciones desoladas, trenes vacíos circulando por las vías, ciudadanos atrapados y sin poder huir… ¿Qué quieren que les diga? Que aquello parecía “Granada Station”.

Les juro que, en un momento dado de la proyección, le di a la pausa y en pantalla estaba la mismísima estación de metro de Alcázar Genil. Porque en Granada, ustedes lo saben bien, además de no tener AVE -ni ningún otro tren- y de contar con una estación fantasma desde hace 900 días; en los últimos meses viene circulando un fantasmagórico metro vacío que no lleva a ningún pasajero en su interior.

 

Ahora que Juan Echanove ha estado en Granada para grabar el tráiler de una futura -e hipotética- película, caigo en que es una pena que nuestros cineastas no aprovechen esta Nada Sobre Raíles para filmar una buena película de terror postapocalíptico.

Eso sí: de empezar en Granada, el Apocalipsis Zombi lo haría en los servicios de su Estación de Autobuses, uno de los lugares más enfermizos, malsanos y decadentes por los que he pasado en los últimos años.

 

A ver si nuestros responsables de turismo se dan una vuelta por allí y se dejan caer para ver, sentir -y llegado el caso, padecer- cómo recibimos a los turistas y viajeros en Granada… Que miren que lo escribimos en IDEAL va ya para un año, pero nada…

 

Jesús Lens

Argumentos pro-pirateria

Yo soy uno de los pringaos que todavía compran CDs, DVDs y Blu-Ray, además de libros. En serio. Se lo juro. Todavía quedamos algunos que vamos a una tienda y pagamos 10, 14 y hasta 20 euros por objetos del pasado remoto como son discos y películas.

Mi última adquisición

Pero es que, además, soy cliente de una gran plataforma de televisión de pago. Ustedes saben a la que me refiero porque, en España, solo hay una. Cuando mis padres se abonamos al Canal Plus, fuimos felices. Desde entonces, y créanme que han pasado muchos, muchos años, he permanecido fiel al signo +, disfrutando de cine, deportes, música y series de televisión.

 

Pero me he cansado. Me he cansado del sistemático maltrato que el actual Movistar Plus dan a sus clientes. Por ejemplo, con los subtítulos. Que a mí me gusta la versión original. Y empiezas a ver una serie, te habitúas a los acentos de los actores y, en el último capítulo, te hurtan los letreritos en castellano, jodiéndote el disfrute. Porque no hay nada más molesto que el cambio de voces en los protagonistas de una serie, como la huelga de dobladores está poniendo de manifiesto.

O tratas de ver la película “Midnight Special”, que tiene niño, y tampoco hay subtítulos. Y ya saben ustedes lo que supone el doblaje de la voz de un niño, ¿verdad? Básicamente, que no te crees nada.

 

Sé que hay temas de más actualidad sobre los que podría escribir para no hacerles perder el tiempo con esta banalidad. Pero es que me siento estafado. Y, sobre todo, me siento idiota. Porque sé, positivamente, que podría ver el capítulo 11 de “Billions” y la película de Nichols, en VOS, gratis total, tirando de Internet y sin esfuerzo.

 

Mucho se habla del daño que hace la piratería a la industria. Pero, ¿qué pasa cuando la industria no satisface las demandas más básicas del consumidor y ni siquiera le ofrece el producto por el que paga?

 

Tengo la sensación de que, apurada por la llegada de Filmin, HBO, Netflix y Amazon, la televisión de pago ha decido apostarlo todo al deporte, despreocupándose por el cine y las series.

Será una pena dejar de ver baloncesto de forma normalizada, por supuesto, pero gracias a Internet, hay vida más allá de lo que antes era el modélico y excelente Canal Plus.

 

Jesús Lens

“Cuestión de principios” para arrancar Argentina sin nostalgia, nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA

Organizado en colaboración con los festivales Cines del Sur y Granada Noir, el ciclo Argentina sin nostalgia arranca mañana martes, a las 19 horas, en el Teatro CAJAGRANADA, con entrada gratuita hasta completar aforo

 

Las películas se proyectarán con subtítulos en castellano, para que puedan ser seguidas por personas con discapacidad auditiva

 

“Cuestión de principios”, con un inconmensurable Federico Luppi y basada en un cuento de Roberto Fontanarrosa, es la película que da pistoletazo a un ciclo de 5 títulos selectos de la filmografía francesa

 

 

Con la proyección de “Cuestión de principios”, dirigida en 2009 por Rodrigo Grande, arranca mañana martes, 25 de abril, en el Teatro CAJAGRANADA, el nuevo ciclo de AulaCine que recupera algunos títulos imprescindibles del cine contemporáneo argentino y anticipa la llegada del recuperado festival Cines del Sur, el próximo mes de junio. Un cine argentino que podemos ver en España gracias, en buena parte, al buen hacer de A Contracorriente Films, vía de entrada habitual de muchas películas latinoamericanas en nuestro país, como “Nieve negra”, actualmente en cartelera.

La película, basada en un maravilloso cuento de uno de los maestros de la narrativa corta argentina, Roberto Fontanarrosa, parte de una anécdota minúscula y aparentemente intrascendente: el veterano Castilla, interpretado por un majestuoso y descomunal Federico Luppi, está a punto de jubilarse. Su jefe, el joven Silva, descubre que Castilla posee un ejemplar de una vieja revista que le falta para completar su preciada colección. Y le hace una generosa oferta a su subordinado. Pero este no acepta, ya que quiere demostrarle al cachorro que no todo en la vida está en venta ni tiene un precio.

 

Tal y como explica el profesor Rafael Marfil, profesor de la UGR y autor del  estudio correspondiente a “Cuestión de principios” que se entregará a todos los espectadores que acudan al Teatro CAJAGRANADA a ver la película, “con la suerte que siempre es contar con la interpretación de Federico Luppi, nuestro protagonista, Adalberto Castilla, deja entrever las fortalezas y las debilidades de todo un señor de otro tiempo, armado débilmente con la sensibilidad y la capacidad humana para enfrentarse a las mezquindades de nuestra era, que son las de siempre, pero envueltas en trajes glamurosos y aterradoras soledades. Con la precisión al detalle en la que insistía John Ford al diseñar un personaje, vamos conociendo en profundidad a nuestro protagonista”.

A través de este enlace podéis consultar más información sobre “Cuestión de principios”:

 

http://blog.cajagranadafundacion.es/index.php?listEntrada=194

 

El ciclo Argentina sin nostalgia

Con “Cuestión de principios” arranca el nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA, Argentina sin nostalgia, una selección de cinco películas argentinas contemporáneas que incluyen a la más reciente ganadora del Goya a la Mejor Película Iberoamericana, “El ciudadano ilustre”, no estrenada comercialmente en Granada.

Con este ciclo, CAJAGRANADA Fundación y Granada Noir muestran su compromiso con Cines del Sur, proyectando una selección de cintas argentinas que conectan con el espíritu fundacional de una muestra que busca mostrar las diferentes realidades de los países africanos, orientales e iberoamericanos a través de algunas de sus películas más representativas, habitualmente invisibles en los circuitos comerciales españoles.

 

Si aceptamos que el cine es uno de los espejos en los que una sociedad se ve retratada, la Argentina contemporánea podría descubrirse a través del rostro de Ricardo Darín, Federico Luppi, Norma Aleandro, Peter Lanzani o Inés Popovich, protagonistas de las películas del nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA.

Cinco cintas argentinas, todas ellas excepcionalmente bien acogidas por la crítica y el público, que mezclan sabiamente y en su justa medida el drama y la comedia. Comedias dramáticas y agridulces. Dramas irónicos y sarcásticos. Como la vida misma.

 

La mirada de directores contemporáneos como Rodrigo Grande, Mariano Cohn, Gastón Duprat, Pablo Trapero y Sebastián Borensztein nos permite asomarnos a la Argentina moderna a través de la pantalla de cine, esa ventana mágica que tiende puentes, desvela secretos y acerca culturas.

 

Y AulaCine CAJAGRANADA, Cines del Sur y el festival Granada Noir reivindican ese cine argentino que tanta importancia tiene en la construcción de su identidad como sociedad y como país.

 

Las películas que componen el ciclo Argentina sin nostalgia son:

 

25 de abril: Cuestión de principios, Rodrigo Grande. 2009

2 de mayo: El hombre de al lado, Mariano Cohn y Gastón Duprat. 2010

9 de mayo: Un cuento chino, Sebastián Borensztein. 2011

16 de mayo: El clan, Pablo Trapero. 2015

30 de mayo: El ciudadano ilustre, Mariano Cohn. 2016

 

 

El festival Granada Noir

 

Granada Noir es un festival multidisciplinar de carácter popular dedicado al género negro y policíaco, puesto en marcha en 2015 por Gustavo Gómez y Jesús Lens y que cuenta con el patrocinio de Cervezas Alhambra y la colaboración de Diputación de Granada, CAJAGRANADA Fundación, Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada, además de otras empresas, comercios y particulares.

 

GRN es un festival que promueve un variado maridaje de propuestas culturales de calidad contrastada; una cita de carácter abierta, creadora, innovadora, participativa y gratuita, que saca la cultura a la calle, a los barrios y a los pueblos y que, además, la lleva a bares, bibliotecas, clubes, cines y cafés.

 

Un festival cuyo programa está abierto a todas las artes y que permite maridar las disciplinas más diferentes, posibilitando el contacto y la relación directa entre autores, creadores, público y aficionados.