De un tiempo a esta parte, la RAE parece tener la solución para los problemas que aquejan a la sociedad: unos cambios en las definiciones del diccionario y en los sentidos de determinadas palabras y expresiones y aquí paz y después gloria.
Por ejemplo, “lujo”, concepto al que ya se le busca una definición positiva. Lo curioso es que, mientras acabar con determinadas expresiones denigratorias para la etnia gitana o para las mujeres cuesta un potosí, blanquear el lujo va a resultar mucho más sencillo. ¡Como la vida misma, oiga!
El gremio de panaderos también se suma al carro y pide a la RAE y al Instituto Cervantes que eliminen el refrán “pan con pan, comida de tontos”, claramente atentatorio contra sus intereses. Y razón no les falta: cada vez que entro a la panadería y me debato entre la chapata, el rústico o el de Alfacar, pienso que no debo hacer mojaíllas en el salmorejo, no sea que me vea alguien y me diga tontaco… sin siquiera haberme dado un chusco de pan.
El caso es que, ya puestos, yo también voy a iniciar una recogida de firmas en change.org para exigir a la RAE que elimine todas las connotaciones negativas de la palabra “flaco”. Y espero que gimnasios, médicos y nutricionistas se unan a mi causa.
Época de vacas flacas, a perro flaco todo son pulgas, hacer un flaco favor, flaqueza como sinónimo de debilidad o falta de vigor, fuerza o resistencia… ¿estamos locos? Como persona gorda en perpetuo régimen de adelgazamiento y cuyo horizonte ideal sería ser flaco, exijo la retirada y eliminación de estos refranes por ser claramente desmotivadores en mi cruzada alimenticia y deportiva, empeñado como estoy en bajar de peso.
¿Qué sentido tiene empeñarme en perder kilos si, cuando sea flaco, me van a ver como a una vaca escuálida o a un perro pulgoso? ¿Cómo pueden decirle a quien pierde 15 kilos que carece de vigor, fuerza o resistencia? ¡Intenta perderlos tú, refranero bonico, y vas a ver lo que es el tesón, el esfuerzo y la voluntad!
También voy a exigir la retirada del Quijote de las librerías y de los planes de estudio: resulta inadmisible que el viejo loco y perturbado sea un flaco costillar mientras el personaje lúcido y sensato es un gordito tragaldabas. ¿No les parece inadmisible?
Jesús Lens