En España tenemos un severo problema con la historia. Nos zaherimos y flagelamos con generosidad por cuestiones del pasado más lejano, asumiendo como algo natural lo peor de la leyenda negra, mientras hacemos la vista gorda con la historia más cercana, la que todavía no ha cicatrizado y sigue supurando por la herida.
Que haya sectores de la sociedad que critiquen la exhumación de los restos de Franco y su salida del Valle de los Caídos es la mejor prueba de que hay un pasado cerrado el falso sobre el que, quizá, hemos corrido un tupido velo demasiado pronto. Y demasiado tupido: que haya gente que siga alzando la voz tras el dictamen unánime del Tribunal Supremo es como para hacérselo mirar.
Leo que la Fundación Francisco Franco y la propia familia del dictador han convocado un acto de homenaje para hoy jueves. “Recemos por quien hizo tanto por España y su grandeza”, piden. Ya les vale…
Ha querido la suerte que, justo estos días, haya caído en mis manos un magnífico tebeo: ‘El Caballero del Santo Sepulcro’, de Álex Romero, profesor de sociología de la UGR, y Fritz. En el cómic, publicado por Akal, se cuenta la historia del marqués de Villaverde, casado con la única hija de Francisco Franco y, por tanto, continuador de su estirpe… y gestor de su nada desdeñable fortuna, tema del que el periodista y novelista Mariano Sánchez Soler sabe lo suyo, como acreditó en su paso por Granada Noir. De hecho, es una de las muchas fuentes de las que bebe un cómic ilustrativo y esclarecedor.
Si no conocen ustedes la historia del Yernísimo, no saben ustedes lo que se están perdiendo. Entren, entren en la Wikipedia, sin ir más lejos, y lean sobre un médico cardiólogo del que se decía que mató a más personas en La Paz que su suegro en la guerra, ironizando sobre su legado en el conocido hospital madrileño.
¡Qué bueno, el tebeo de Álex y Fritx! Hoy jueves, durante el desalojo, lo volveré a leer para recordar el origen de la fortuna de la franca familia…
Jesús Lens