Esta mañana he estado en Jaén, en la preparación y fallo de los premios literarios que, con el nombre de la ciudad jiennense, mi CajaGRANADA viene convocando desde hace la friolera, ya, de veintisiete años consecutivos.
El jurado de la modalidad de Poesía, a la que han concurrido 353 originales, ha destacado «La noche 351», de Víctor Manuel Almazán Aguado, por ser un poemario muy actual y comprometido, de denuncia de los abusos de la guerra, alejado siempre de lo panfletario y con poemas muy bellos.
La ganadora del premio de novela juvenil ha sido «El vuelo del pterodáctilo», de Ángel Muñoz Petisme, de la que el jurado ha destacado la originalidad del tema, su clara pretensión de huir de los lugares comunes de la literatura para jóvenes y la cercanía del mundo retratado, en el que destaca la relación intergeneracional entre los dos personajes protagonistas.
Pero detengámonos en “Canción de tumba”, de Julián Herbert, mexicano de Saltillo, nacido en 1971. La novela, que promete intensidad a raudales y según ha señalado el jurado, presenta la vida azarosa de Guadalupe Chávez, prostituta y madre del narrador que, a lo largo del libro, se encamina hacia la muerte, víctima de la leucemia.
La enfermedad de Guadalupe impone al protagonista un ejercicio de autobiografía que le llevará a sumergirse en su infancia y a tratar de dar forma a su juventud, al tiempo que indaga en su intensa y compleja relación con su madre, con sus propios hijos y con su país, México, asolado por la corrupción, el peligro y la destrucción.
El jurado también destaca la voz narrativa, genuina y febril, capaz de crear una lengua propia que arrastra al lector sin desmayo. Además, Canción de tumba podría participar de lo que se apunta como una corriente generacional: las novelas de los hijos, como “Formas de volver a casa” de Alejandro Zambra o “El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia” de Patricio Pron.
En este sentido, es muy interesante lo que ha señalado el jurado: además de premiar novelas, los Premios Literarios Jaén están dando a conocer a una serie de autores jóvenes que, con novelas muy combativas y exigentes, se están convirtiendo en referencia ineludible de la literatura escrita en castellano, como se demuestra con los premios concedidos al citado Pron, a Elvira Navarro (cuya novela reseñamos AQUÍ) o a Gonzalo Torné.
Ni que decir tiene, esperamos con impaciencia que, el 2 de diciembre, se entreguen los premios y los libros estén en las librerías. Los leeremos con avidez.
Jesús Lens
¿Y en años anteriores, qué publicamos tal día como hoy? 2008, 2009 y 2010