En Granada, el teatro es lo MAX de lo MAX. La lluvia de nominaciones para los premios de las Artes Escénicas que han recibido diferentes compañías, técnicos y actores relacionados con nuestra provincia ha sido tan bien recibida como la nieve que, por fin, ha teñido nuestra Sierra íntegramente de blanco, incluyendo los Alayos y el Trevenque. ¡Cómo luces nuestra Sierra! Volvía el otro día de Málaga y alucinaba con el espectáculo de la montaña íntegramente teñida de blanco. Pero no me quiero desviar del tema, que mi artículo de IDEAL de hoy habla de Teatro.
Más discretos y menos polémicos que los Goya, los galardones que reconocen lo mejor del año escénico van a contar con un montón de granadinos, de nacimiento o de adopción, en la gala del próximo 25 de abril, en el Teatro Circo Price de Madrid.
¡Enhorabuena a Daniel Doña, Histrión Teatro, Da.Te. Danza, Vaivén Circo, La Mauiné y Juan Vinuesa! Ellos son los nominados. Pero también es necesario dar la enhorabuena a un montón de gente relacionada con la gestión cultural que, en los últimos años, se ha empeñado en que el público infantil de Granada pueda disfrutar de una oferta envidiable.
Son más. Lo sé y me consta. Pero Alfonso Salazar y Antonio Caba, a través de Open Cultura, llevan mucho tiempo partiéndose la cara por conseguir una escena estable de teatro familiar en nuestra tierra, con los diversos ciclos de Teatro en Familia que el Teatro CAJAGRANADA ha acogido a lo largo de los años.
El hecho de que nuestros niños y jóvenes se hayan acostumbrado a disfrutar de un teatro de altísima calidad obliga a las compañías granadinas a superarse en cada espectáculo y, a la vez, les garantiza un público fiel y constante.
A eso, en el mundo de la empresa, se le llama Círculo Virtuoso en la Creación de Valor, un Todos Ganan de manual que debe hacernos sentir muy orgullosos.
Como también me siento orgulloso y feliz al conocer la nominación a la Mejor Autoría Teatral de los MAX de Antonio Lozano, por el guion de “Me llamo Suleimán”. Leí, sobrecogido, la primera edición de su relato, hace varios años. Era la quintaesencia de la literatura de Lozano, condensada en apenas 100 folios. Y tras publicar el libro, en Anaya, el propio Antonio hizo adaptación al teatro. Una historia emocionante, dura y hermosa.
Como dice Antonio, un escritor canario-granadino nacido en Tetúan, la obra se centra en la idea de que el emigrante es ante todo un ser humano único e irrepetible, que acomete una empresa heroica y generosa, puesto que la finalidad es la de salvar a los suyos, aún a riesgo de perder su vida.
Mi artículo de hoy en IDEAL, celebrando una muy especial celebración de las fiestas populares del Zaidín.
¡Qué gran iniciativa la del servicio de bibliotecas de Granada, con la complicidad y el apoyo de la Asociación de Vecinos del Zaidín, de incluir en el programa de fiestas del barrio un más que merecido homenaje a un personaje literario: Matías Verdón, popularmente conocido como el Detective del Zaidín!
Todo comenzó cuando el Club de Lectura de la Biblioteca Francisco Ayala eligió una de las novelas de Alfonso Salazar para trabajar sobre ella. Pasado el verano y con la llegada de las fiestas del barrio, varias decenas de lectores nos reunimos con el autor, un lunes por la tarde, en la propia Biblioteca, para compartir cerca de dos horas de intensa y amena conversación a través de la que conocimos, más en profundidad, todo lo referente a una saga literaria cuyo ciclo de cuatro novelas ya está íntegramente publicado, la primera de las cuáles «Melodía de arrabal» acabamos de reeditar en digital, en la Colección Nube Negra de la editorial Palabaristas y puedes comprar AQUÍ, desde 1 euro.
Daba gusto participar en una tertulia literaria en la que los asistentes mostraban lo mucho que habían disfrutado con una lectura especialmente próxima y cercana, por lo que la charla fue oscilando entre lo novelístico y lo real, entre la memoria del barrio y los recuerdos de los vecinos, entre la recreación hecha por Salazar en las páginas de sus novelas y la transformación urbanística realizada a golpe de PGOU.
La segunda parte de este reconocimiento vecinal resultó igualmente grato y encantador, con medio centenar de personas, guiadas por Salazar, pateando las calles del Zaidín, el sábado por la mañana. Esas calles en las que Verdón, el Desastres y el Planchet han vivido decenas de aventuras y desventuras, encuentros y desencuentros, alegrías y penas.
Con paradas en el Nuevo Los Cármenes o en las calles de Santa Adela, una imponente tormenta nos sorprendió felizmente resguardados bajo la pérgola de Las Columnas, en plena Avenida de Dílar. Durante la ruta, en la que Salazar leía fragmentos de sus novelas, el autor también rememoraba un Zaidín literario y un Zaidín histórico que nunca volverá a ser. Un Zaidín con cines y teatros. Un Zaidín pegado a la vega, en el que las casillas bajas lindaban con vaquerías, ventas y merenderos. Un Zaidín que contaba con veladas pugilísticas y fútbol disputado en campos de tierra. Un Zaidín sin asfaltar y apenas iluminado que acogió a centenares de vecinos de Haza Grande o el Sacromonte, afectados por aquellas inundaciones de 1962 que tanto alteraron la fisionomía de los barrios periféricos de Granada.
Con los cambios, la modernidad y el transcurrir del tiempo, el Zaidín salió perdiendo en algunas cosas y ganando en muchas otras. Pero lo más importante es que sigue siendo un barrio vivo, activo, combativo y real. Un barrio con alma del que sus vecinos nos sentimos orgullosos.
Vecinos, por cierto, a los que nos hubiera hecho ilusión encontrar en este recorrido memorístico-literario a esos políticos que, durante las fiestas, no faltan a las entregas de premios ni se despegan de las barras de las casetas, copa en mano. Pero tampoco es cuestión de pedir imposibles, ¿verdad?
Que sepan ustedes que en la colección Nube Negra que dirijo para la editorial Palabaristas, acabamos de reeditar la primera novela del ciclo del Detective del Zaidín, de nuestro querido Alfonso Salazar. Ya saben: en digital, por 1 euro (o más, si ustedes quieren) a través de Lektu.
El Detective del Zaidín nació, literariamente hablando, en 2003, cuando Alfonso Salazar lo convirtió en protagonista de la novela “Melodía de arrabal”. Desde entonces, las andanzas de Matías Verdón por el popular barrio granadino –y por otras muchas calles de la ciudad nazarí- han ocupado tres novelas más, la última de ellas editada el pasado año.
Paradójicamente, la primera entrega de la serie del Detective del Zaidín estaba descatalogada, por lo que no era posible para los lectores completar el ciclo de lectura. Para facilitar una lectura completa e integral de las deliciosas historias de Matías Verdón y su ayudante, Desastres; la colección Nube Negra de la editorial Palabaristas ha reeditado en formato digital “Melodía de arrabal” que, tras la reescritura y actualización del propio Alfonso Salazar, lleva como subtítulo “Un gorrión sentimental”.
Esta nueva edición de la novela, que cuenta con un excelente prólogo del novelista Alejandro Pedregosa, permite conocer no solo los orígenes de Verdón y todas las personas que le rodean, sino descubrir más en profundidad el Zaidín, el popular barrio granadino.
Por supuesto, “Melodía de arrabal” no es una novela localista. Porque todas las ciudades del mundo tienen un Zaidín. O varios. Pero, ¿qué es el Zaidín? Es un barrio de Granada cuyo nombre tiene etimología árabe, Saedin, brazo de agua o tierra entre ríos, al estar enclavado entre los ríos Genil y Monachil.
Sin embargo, no es precisamente su origen lo que lo hace universal. Si seguimos avanzando en la historia del barrio, tal y como la cuenta la Wikipedia, descubrimos que “En la década de los 60, la barriada crece desordenadamente y sin los equipamientos más básicos. La desmesura urbanística se convierte en el rasgo más característico del Zaidín”.
Ahí sí. Ahí sí radica su universalidad. En el desorden. En la desmesura, en el caos. Y en sus habitantes, por supuesto. Porque en todos los Zaidines del mundo hay personajes como los que Alfonso Salazar retrata en esta primera aventura de Matías Verdón, el inefable detective de barrio que se gana la vida olisqueando en las infidelidades ajenas, toda vez que no tardó en arruinar un floreciente negocio familiar de fontanería, heredado de su suegro.
Ahí tenemos al detective del Zaidín, a finales de los años 80 del pasado siglo, cuando un Maradona fichó por el Granada C.F. y la ciudad hirvió con la ilusión de reverdecer viejos laureles futbolísticos. Ahí va Verdón, peregrinando de bar en bar y escuchando lo que comentan los parroquianos, para estar al día de todo lo que pasa en el barrio. Un Matías Verdón que cuenta con ayudantes tan cualificados como un veterano cartero con ribetes ácratas y una sed acumulada de siglos, Desastres; y con un peluquero coleccionista de esquelas de los muertos del barrio, el Planchet.
Y entonces, un caso. Nuevo. Diferente a todos los casos. Porque se trata de investigar las circunstancias de una muerte que para la policía fue accidental: el atropello de un corredor de seguros en plena Avenida de Dílar. Una investigación encargada por una de esas señoras del barrio de toda la vida. Una señora que, al margen de su recién estrenado status de viuda, está de muy buen ver. Y es que Verdón, el pobre, está pasando por una situación complicada en casa… “Un tío simple: un caso difícil”. Así se describirá nuestro investigador a sí mismo en uno de esos momentos de desaliento que todos los detectives del mundo han tenido alguna vez en el curso de la resolución de un asunto especialmente espinoso.
Pero no nos desviemos, por mucho que sea lo que los protagonistas de la saga del Detective del Zaídín suelen hacer: coger atajos en sus investigaciones. O intentarlo. Aunque terminen saliendo por los cerros de Úbeda. O más lejos. Porque, al igual que ocurre en las grandes novelas negras urbanas de autores como Juan Madrid, Manuel Vázquez Montalbán, Francisco González Ledesma o Petros Markaris; la investigación de Verdón servirá para que el lector se adentre por los intersticios más recónditos y ocultos de la sociedad del momento.
Y ahí es precisamente donde esta primera entrega de las cuatro que componen la saga del Detective del Zaidín se hace universal: en vez de contar esa ciudad histórica, turística y monumental que es Granada, Alfonso Salazar narra la historia de uno de esos barrios arcaicamente nuevos y ruinosamente modernos. Un barrio que es como una isla, al que llegaron los habitantes de los pueblos que esperaban tener más y mejores oportunidades en la ciudad. Un barrio de aluvión en el que, en los años sesenta a los que se remonta la trama de esta novela, solo había un instituto de enseñanza secundaria, por ejemplo. Un barrio en el que jugar al fútbol en los campos de tierra era más un rito religioso que una sana costumbre. Un barrio del que, todos los que pudieron, se fueron marchando. Aunque fuera a destinos tan inciertos como Madrid.
Porque la vida es un constante fluir. Un constante ir y venir. Así, Verdón, Desastres o el Planchet, son gente del barrio para la que salir de sus fronteras y cruzar el río Genil supone hacer un esfuerzo y desplazarse fuera de su entorno. “Ir a Granada”, le dicen. Porque el Zaidín es un ente autónomo de una ciudad de la que forma parte, pero siendo otra cosa.
Para la colección Nube Negra de la editorial Palabaristas, es un privilegio reeditar una novela como “Melodía de arrabal. (Un gorrión sentimental)”, el primer caso de Matías Verdón. Una novela que era casi imposible de encontrar en el mercado y que abre una saga que después continuaría con “El Detective del Zaidín”, “Golpes tan fuertes” y “Para tan largo viaje”.
Cuatro novelas que cuentan diez años de la vida de un barrio universal, pero dotado de una personalidad única. Diez años en los que el Zaidín se fue conformando como el gran barrio popular de Granada y que, en Alfonso Salazar y gracias a su detective, ha encontrado a su mejor cronista. Un cronista noir, pero igualmente sentimental.
Alfonso Salazar (San Fernando, Cádiz, 1968). Reside en Granada y es Licenciado en Antropología Social y Cultural y gestor cultural de profesión.
Ha publicado la traducción de Consejos a jóvenes escritores de Charles Baudelaire (2001 y 2011), el libro de poemas Amores sin objeto (2004), las novelas Melodía de Arrabal (Arial Ediciones, 2003), El detective del Zaidín (Ediciones B, 2009) y en 2013 Golpes tan Fuertes (Alhulia, 2013).
En 2014 publica Para tan largo viaje, la cuarta entrega de la serie del detective del Zaidín con Ediciones Dauro. También ha publicado el libro de cuentos infantiles Pawi en la fábrica verde (2003).
Ha realizado exposiciones de Poesía Visual. Colabora habitualmente en diversos medios de comunicación de Granada y dirige el programa en radio La Plaza Humana.
Pertenece al equipo de redacción de la revista de pensamiento y cultura www.olvidos.es Ha ofrecido charlas y conferencias en diversas ciudades y en eventos celebrados en España, Portugal, Grecia, Alemania, Francia, India y Marruecos.
Imparte Cursos de Escritura Creativa en Granada (www.tusitalas.org) y crea diseños de camisetas, bajo la marca bysalazarmendias, en:
Desde las 18 horas, siete autores andaluces presentarán sus libros más recientes y reflexionarán sobre el actual momento tanto del género negro como de la edición en Andalucía
El Museo CajaGRANADA, además de las charlas, acogerá el Photocall del Festival, Ubú Libros abrirá su librería negra y criminal y Createc mostrará cómo funcionan las impresoras en 3D. ¡Y contaremos con un stand de Cervezas Alhambra para amenizar las charlas!
La actividad del jueves del Festival Granada Noir se traslada a la Sala de Exposiciones Temporales del Museo CajaGRANADA, que acoge el desembarco en nuestra ciudad de la Andalucía Connection.
Fue hace unos años, en la mítica y fundacional Semana Negra de Gijón de la que todos los aficionados al género policíaco somos hijos, cuando coincidió un notable grupo de escritores andaluces que, sobre la marcha, fue bautizado como la Andalucía Connection.
En su primera edición, Granada Noir reúne a un colectivo de autores de Granada y del resto de Andalucía que escriben novela negra, comenzando por Javier Manzano y su “El dios de la ira”, publicada en la editorial Dauro, a las 18 horas.
Como el estilo de presentaciones que vamos a hacer es dinámico y periodístico, con entrevistas a los autores, les hemos dado media hora a cada una, de forma que el público pueda conocer las obras y a los autores y, después, tener la ocasión de charlar con ellos, comprar sus libros, que se los dediquen, etcétera.
A las 18.30, el catedrático de la UGR JJ Merelo hablará sobre la aventura de la edición en España. ¿Es la autoedición el camino? Y para ello dialogará con Mónica López del Consuelo sobre su trabajo más reciente, en el que el Barranco del Abogado tiene un gran protagonismo: su serie Slash, compuesta por tres novelas… de momento.
A las 19 horas, Francisco José Jurado viene de Córdoba a presentar “Sin epitafio”, la recién aparecida novela publicada por Algaida y protagonizada por el comisario Benegas, uno de esos personajes con entidad propia, llamados a ser un referente en el Noir español contemporáneo.
Dos autores radicados en Granada desde hace mucho años, el gaditano Alfonso Salazar y el malagueño Alejandro Pedregosa, entre las 19 y las 20.15 horas, mantendrán una charla sobre la ciudad como personaje literario, más allá de como espacio o decorado para las tramas negro-criminales.
A las 20.15 es el turno de Carmen Moreno y su “Una última cuestión”, publicada por Cazador de Ratas y presentada por José Luis López Fernández y que cuenta una historia de “habitación cerrada”, una novela enigma en la que la chica joven y atractiva de un edificio señorial y de renombre aparece muerta en el patio interior del mismo y todos los vecinos son sospechosos, incluyendo a un artista de reconocido prestigio y a un futbolista que lo mismo aparece en las páginas de los diarios deportivos que en la crónica rosa del papel couché.
A las 20.45, Eduardo Cruz le pone grades dosis de humor al género negro en su divertidísima “Morir es relativo”, también publicada por la inquieta “Cazador de Ratas”; una deliciosa novela que nos hace plantearnos dónde están las fronteras entre la cordura y la insania más surrealista. Solo diremos que, cuando José Luis Cuerda la lea, ya tiene material para rodar una película al estilo de “Amanece que no es poco”. Presenta Gustavo Gómez, director de Granada Noir.
Y, desde las 21.15, una mesa redonda sobre el actual momento del género en Andalucía y los distintos modelos de edición y distribución: tradicional, digital, autoedición, etc.
La Mesa, coordinada por Carmen Moreno, en su calidad de editora de la recién nacida editorial Cazador de Ratas, contará con JJ Merelo, Francisco Jurado y Alfonso Salazar.
A ver. Que no podemos olvidar la cita del sábado, a las 20 horas, en la Sala Zaida (Rural), en la Feria del Libro, donde voy a coordinar una Mesa Redonda sobre Novela Negra Mediterránea y que servirá como introducción a algunos de los temas y los autores que nos acompañarán en Granada Noir.
¡Atentos!
La joven, osada e intrépida Clara Peñalver.
El reflexivo Alfonso Salazar, nuestro particular Francisco González Ledesma del Zaidín
y…
¡El Maestro de Maestros, Juan Madrid!
Casi nada al aparato.
Prometemos una mesa redonda ágil, repleta de contenidos, con participación del público, en la que tocaremos muchos temas y que os hará iros con ganas de comprar y leer la mejor novela negra del momento.