Ayer hubo una concentración en reivindicación de la sanidad pública. Fue en la Fuente de las Batallas y daba gusto ver a aquella gente allí reunida. Antes de ayer, una manifestación recorrió el centro de la ciudad exigiendo más y mejores conexiones ferroviarias. Y para diciembre se está organizando otra concentración masiva para pedir las canalizaciones de Rules.
La ciudadanía vuelve a las calles a exigir soluciones, fechas y compromisos tangibles para resolver algunas de las carencias históricas de nuestra tierra. Y hay que mostrarse orgullosos por ello. Tras este complicado año y medio pandémico, Granada sale de su parálisis y empieza a moverse.
Lo mismo ocurre en la plaza del Carmen. El pasado viernes el ministro de Exteriores se asomó al TAT Granada y se hizo un Julio César de libro, un ‘veni, vidi, vici’ a toda mecha. Se marcó un speech monumental de apenas 15 minutos y se marchó a toda mecha en loor de multitudes. Pero antes de subirse al coche encontró tiempo para encerrarse con el alcalde en una sala habilitada al efecto en el Parque de las Ciencias y departir un rato.
Algo se mueve en nuestra tierra, insisto. Paco Cuenca, además de hablar de Granada como Ciudad de la Ciencia con Albares, le hizo una serie de peticiones cuyo contenido no ha trascendido. Pero algo trama.
Algo más transparente se mostró el alcalde en sus peticiones al superministro Bolaños, con los transportes como tema central de sus reivindicaciones al Consejo de Ministros. Mayor frecuencia de trenes y aviones, la variante de Loja y el Corredor Mediterráneo. Con una advertencia clara: “le he pedido que haya una pronta respuesta porque, si no, los granadinos vamos a elevar el tono de nuestras reivindicaciones y, al mismo tiempo, de nuestras demandas”.
Alguno pensará que estas declaraciones son poca cosa. Pecata minuta. No es así. Acostumbrados al seguidismo y a la indolencia cuando de reivindicar a los del mismo partido se trata, escuchar cosas así de Cuenca es un cambio sustancial en la política municipal.
Los dos años de verborreico y tumultuoso gobierno de Cs y PP estuvieron condicionados por la pandemia, pero Granada dio muchos pasos atrás en diferentes ámbitos que nada tenían que ver de forma directa con la cuestión sanitaria.
Es básico que la ciudadanía siga abundando en esta senda reivindicativa para forzar a nuestros representantes institucionales a ser igualmente exigentes en Sevilla y Madrid. Nos va el futuro en ello.
Jesús Lens