Pujé por un Bertuchi, hace años, en la primera subasta por Internet en que participé. No lo conseguí, por supuesto. Ahora me arrepiento de no haber sido más generoso en mi oferta para hacerme con un original de uno de esos pintores que, sin saber cómo ni por qué, me acompañan desde tiempos inmemoriales.
“Más preciso aún que las fotografías de época, el pintor granadino supo captar algo tan difícil como el ambiente, las figuras y el color definitivo de una tierra que tenía, durante esos años, algunas características muy especiales. Los estudiosos, nostálgicos, costumbristas, detractores y curiosos, encuentran en sus obras la realidad profunda de unos años mal comprendidos y escasamente estudiados”.
¡Ahí está clave! En el ambiente, en el color, en la realidad profunda de una pintura aparentemente sencilla, facilona y accesible que, sin embargo, muestra la realidad dura y descarnada del norte de África.
Una clave proporcionada por José María Campos en un libro interesantísimo: “Héroes y villanos. Protectorado de España en Marruecos”, recién publicado por la editorial Almed, y que cuenta con decenas de fotografías históricas e ilustraciones del mencionado Bertuchi.
Se trata de un libro en el que el autor, buen conocedor del territorio y de la historia de la zona, hace un acercamiento libre y desprejuiciado a unos años muy complejos en las relaciones entre España y Marruecos. Acercamiento basado en la narración de las biografías de los protagonistas de episodios históricos que, nos gusten más o nos gusten menos, ocurrieron.
¿Sabían ustedes, por ejemplo, que en la historia del golpe de estado de 1936 hubo dos Dragon Rapide, y no solo el que llevó a Franco de las Canarias al norte de África? ¿Y de la Legión? ¿Cuánto saben ustedes de la Legión? Máxima atención a la troupe que acompañaba a Franco en Ceuta, en 1920: “Un alférez de la Guardia Imperial del Káiser, un aviador italiano, un negro, un boxeador, un francés huido, un clown, un expresidiario, unos cuantos rusos blancos y el general del ejército ruso blanco Nicolás Schingarenko, que llegaría a teniente de la Legión”.
Asómense a las historias de valor y cobardía que nos cuenta José María Campos en “Héroes y Villanos” y conozcan a tipos como el general Capaz o al mismísimo Petain. Y no dejen de disfrutar de la sorpresa que aguarda al lector al final del libro…
Jesús Lens