CUAVERSOS (IGNACIO IS BACK)

Dejamos los Cuaversos de hoy, retomando una de esas perlas de Ignacio que tanto nos gustan, conmueven y emocionan.

 

La deconstrucción del amor

Lo peor, no saber hasta qué punto

tu vida te parece el resultado

de dos o tres propósitos que amenazan cumplirse

o, más bien, de la expresa renuncia a todos ellos:

algo así como esa sensación contradictoria

de haber sido feliz a un alto precio…

Lo que llaman un destino dichoso, es cierto,

pero adquirido de saldo,

o con serios defectos de fabricación,

o con el manual de instrucciones escrito en alemán.

Y, sin embargo, hay días en que se ordenan como un bello espectáculo

o como una comedia bien escrita.

Y noches apacibles en que te basta un libro,

una luna, dos estrellas,

o algo más humano, como un simple mando a distancia

de una tele, en un salón vacío.

O la complicidad de alguien que piensa en sus cosas,

muy cerca de ti, sabiendo,

de antemano,

que su vida y la tuya sólo pueden coincidir parcialmente.

Igual que sólo parcialmente coinciden esos días felices

con cualquier idea previa que tuvieses de la felicidad.

De algún modo, quisiera que esos días,

esas noches, marcaran el tono de mi vida,

y fuera como la casa que comparto

con alguien

que también

sufre esas dudas,

pero se calla.

CUAVERSOS CHINOS

Leer novela negra puede proporcionar sorpresas tan agradables como que Qiu Xiaolong, en «Cuando el rojo es negro», nos deleite con estos versos, clásicos, de la poesía china, que utilizamos para los Cuaversos de hoy: Tú y yo.

 

TÚ Y YO

 

Tú y yo estamos locos

el uno por el otro,

y calientes como el fuego de un alfarero.

Hechos del mismo trozo

de arcilla, tu figura,

y mi figura. Aplástanos

juntos para hacernos de nuevo, mezclándonos

con agua, vuelve a tomar forma,

vuelve a darme forma.

Para que te tenga en mi cuerpo,

y que tú también me tengas por siempre en el tuyo.

 

El marco fotográfico lo ha puesto el genial Chema Madoz, al que dedicamos unos Cuaversos visuales y extrañamente viajeros hace unas semanas.

 

Jesús Lens.  

CUAVERSOS: «MY BLUEBERRY NIGHTS»

Es día de Cuaversos, pero hasta ahora apenas tuve tiempo de ponerme con calma frente al teclado del portátil. Mis disculpas.

 

¿Saben? Estoy un poco shockado por «My blueberry nights». A medida que pasan los días, se engrandece su recuerdo. Me vienen flashes. Me vienen imágenes y ayer me hice con su banda sonora, que suena ahora mismo a todo volumen. Les voy a dejar algunas de esas canciones. Una de ellas, el Cuaverso de hoy, con su letra y su traducción.

 

Película de carretera, de encuentros y desencuentros, de conversaciones, copas, fugas, huidas y descubrimientos. Película de bares, de cafés, de garitos y antros varios.

 

Una película preciosista, poética y mágica, hipnótica.

 

Les dejo con esta canción de Norah Jones, muy en línea con el espíritu de la película de Wong Kar Wai. Y la letra, más abajo. Es mi Cuaverso de hoy.

 

Recibo el correo de una amiga:

 

«Te lo dije una vez: con 2046 aprendí dolorosamente que las cosas que no puedes tener… es mejor dejarlas marchar… Te lo dije. Lo recuerdo como si hubiera sido esta mañana…»

 

Sí.

 

Es lo que tiene el cine de Wong Kar Wai: provoca, excita, prende e incendia. Pero, ¿están de acuerdo con esa aseveración? ¿Hasta dónde, hasta cuándo hay que luchar por lo que queremos? ¿Cuuándo es el momento de dejarlo marchar?

 

Sigue el correo:

 

«… Mi relación de amor-odio con Kar Wai. Cómo me gustaba seguir sus privados juegos de encadenar historias…. los amantes the «In the mood for love» se besan en el pasillo de un hotel, ante la puerta 2046…. Los amantes de «2046» bailan un tango sobre un suelo blanco y negro (como en «Happy Together») pero en «2046» Kar Wai descubrió el cielo y yo que ya no teníamos una relación tan íntima y privada…. en fin, como siempre, al hablar de él, me sale una poética…»

 

Sí.

 

Eso es lo bueno ¿no? Por eso nos gusta el cine, nos gutan los libros, nos gustan los discos… por eso nos gusta esta vida. Porque todo ello hace que afloren los sentimientos.

 

Ahora, una confesión: yo, de quién estoy enamorado, es de Natalie Portman. Secretamente. Locamente. De verdad. Desde que la descubrí en «León el Profesional», cada vez que la veo me gusta más. Y más. Y más. Me enamoran su mirada, su sonrisa, su lunar. Tanto que no he querido ver su desnudo integral en ese famoso corto que sacó el año pasado.

 

En fin.

 

Debilidades y mitomanías de un cinéfilo compulsivo.

 

Les dejo la letra de…  

 

COME AWAY WITH ME

 

Come away with me in the night
Come away with me
And I will write you a song

Come away with me on a bus
Come away where they can’t tempt us
With their lies

I want to walk with you
On a cloudy day
In fields where the yellow grass grows knee-high
So won’t you try to come

Come away with me and we’ll kiss
On a mountain top
Come away with me
And I’ll never stop loving you

And I want to wake up with the rain
Falling on a tin roof
While I’m safe there in your arms
So all I ask is for you
To come away with me in the night
Come away with me.

Esta canción se llama «Pájaros», es de Gustavo Santaolalla

y es una maravilla 

VEN CONMIGO

Ven conmigo en la noche
Ven conmigo
Y te escribiré una canción

Ven conmigo en un autobús
Ven conmigo a donde no nos puedan tentar
Con sus mentiras

Quiero caminar contigo
En un día nublado
En campos donde la hierba amarilla crece a la altura de la rodilla
Para que no intentes venir

Ven conmigo y nos besaremos
En la cima de una montaña
Ven conmigo
Y nunca dejaré de amarte

Y quiero despertar con la lluvia
Cayendo en un tejado de estaño
Mientras yo estoy a salvo en tus brazos
Así que todo lo que te pido es
Que vengas conmigo en la noche
Ven conmigo.