Pues no. No se puede estar en misa y, además, replicando. Al menos, eso le ha dicho la Audiencia a Juan García Montero: si quería ser replicante, debió quedarse en casa y no partir en busca de suerte y fortuna. A estas alturas ya saben ustedes que la Audiencia Provincial ha admitido el recurso interpuesto por el PP en la cuestión de la convocatoria de su último congreso, en el que Sebastián Pérez fue elegido presidente. Sin entrar en las cuestiones de fondo, la Audiencia señala que Juan García Montero ya no tiene interés legítimo en el tema, al haber causado baja en el partido.
Efectivamente, el ex-edil de Cultura de Torres Hurtado se presentó a las pasadas elecciones municipales al frente de la candidatura ‘Centrados en Granada’, sin obtener representación en plaza del Carmen. ¿Sabía García Montero que, si salía del PP, podía pasar esto?
Acción y reacción. Toca volver a Newton y a la tercera de sus leyes, que no es jurídica y leguleya, pero aplica a la perfección al momento en que nos encontramos: si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción).
Sebastián Pérez, libre de polvo y paja, anuncia cambios en la estructura del partido y, posiblemente, un nuevo congreso. ¡Lo que lleva corrido desde que Torres Hurtado, al modo de Salomé, pidiera su cabeza antes de dimitir como alcalde! Qué lejos parece todo aquello y cuántas cosas han pasado desde entonces. Y ahí está Sebastián, como la Puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo… y los cadáveres de sus más acérrimos enemigos. Que, como es habitual en política, estaban en su propio partido.
Lo único que le falta al líder del PP para terminar de coronarse como el Ave Fénix de la política granadina es que el próximo noviembre, en Madrid, Hervías y García Egea concluyan que sí. Que, fuera real o metafórico, hubo apretón. De manos. Y que, por tanto, habrá 2+2 en el Ayuntamiento. ¿Se imaginan? (Del apretón escribía aquí hace unos días)
Jesús Lens