De todas las posibilidades para pasar el fin de año, hacerlo bajando a las cloacas parece pestilente, desagradable y poco apropiado, pero podría ser muy necesario.
Eva Martín alude hasta en dos ocasiones a ese submundo, oscuro e insano, en su alocución sobre el escándalo de las contrataciones fantasma en Emucesa. Acusa al presidente de la Diputación y secretario general del PSOE en Granada, José Entrena, de “no tener ya más cloacas donde esconderse, al ver a sus máximos referentes sentados en el banquillo por presunta corrupción” y, acto seguido, le acusa de “bajar a las cloacas para desprestigiar al PP”.
Se ha enrarecido aún más el ya mefítico ambiente que envuelve a Granada, cuya boina contaminante debería alarmarnos y darnos miedo. El problema es que no está claro que pretende el PSOE denunciado según qué prácticas, pero no llevándolas a los juzgados.
El tema de Emucesa, que debemos situar en el haber de Vamos Granada, no en vano fue Marta Gutiérrez quien encargó el informe que ha sacado a la luz las posibles contrataciones fantasma, queda pendiente de la realización de un informe sobre el informe ya realizado… y utilizado por el PSOE para tirar la piedra ¿y esconder la mano?
Empiezan a ser muchos los supuestos escándalos que yacían en los cajones del Ayuntamiento y que saltan a las primeras páginas de los periódicos, pero que terminan agonizando ante la indiferencia de los propios denunciantes: TG7, Cegsa, las multas de tráfico sin tramitar…
Sinceramente, y por muchos aspavientos que hagan desde el PP, no da la sensación de que nadie esté descendiendo a las cloacas. Cuando estalló el presunto escándalo-fantasma de Emucesa, la defensa de Pablo García, secretario general del PP en Granada, fue acusar al PSOE de enchufismo generalizado y criticar “el nido de oposiciones a dedo en el que convirtieron la Diputación Provincial”.
“¡Ruido, ruido, ruido!”, piden los speakers de los pabellones deportivos, cuando se acerca el final del partido y el contrario lleva la bola. Ruido para tratar de desconcentrarle y ponerle nervioso. Ruido, es lo que hacen los representantes del PP y del PSOE, arrojándose a la cara mil y un escándalos-fantasma que terminan ofreciendo muy pocas nueces al final del camino. Ruido y postureo a raudales, sí. Pero a las cloacas, a enfangarse de verdad y tratar de limpiar los desagües, no baja nadie.
Jesús Lens