Muy interesante e ilustrativa la entrevista que hacía ayer Quico Chirino al alcalde de Granada, Francisco Cuenca, con motivo de su primer año de mandato. Un año complicado y convulso, pero ¿alguien pensaba que iba a ser fácil? De ello hablo hoy en IDEAL y aprovecho este aniversario para enlazar con otros 20 artículos que he publicado en el periódico sobre algunos de los temas que repaso en esta columna. ¡Ahí tenéis tarea!
En estos 365 días, Cuenca no ha conseguido sacar adelante ninguna medida de calado y trascendencia para la ciudad: no llegan ni los trenes ni el Legado de Lorca, no hay presupuesto municipal y las finanzas siguen hundidas. Más allá de eso, y a la espera del acelerador de partículas, tampoco hay ningún otro proyecto de enjundia a la vista, en el corto o medio plazo. Lo de la capitalidad cultural para el 2031, que empezó con brío, ha perdido fuelle y, de momento, no parece preocupar excesivamente a nadie.
Dicho lo cual, no es menos cierto que se ha respirado un aire diferente en Granada, estos meses. Que sí han cambiado cosas. Para mejor. Aspectos sencillos de la convivencia ciudadana, como las fiestas locales, van enderezando su rumbo. Se cerró el Botellódromo y, aunque las actividades sustitutivas fueron un fiasco, sí está siendo un éxito la amplia y variada programación musical de esta primavera, abierta y gratuita, en plazas y calles de Granada, organizada por Ciudad del Rock, con el apoyo de Cervezas Alhambra.
El Festival de cine Granada Paradiso ha demostrado que es posible –y deseable- un certamen de una calidad excelsa que, además de permitirnos ver cine, nos ilustre como espectadores y nos haga crecer como cinéfilos. Vuelve Cines del Sur, el programa Granada Ciudad de Literatura de la UNESCO por fin tiene contenido y los nombramientos de Santiago Carbó y Heras Casado para puestos de responsabilidad institucional en la ciudad serán un acierto seguro. La apuesta por una Granada cultural de amplias miras es innegable en el equipo de Cuenca.
Y luego está el otro gran tema, al que los jueces han metido el ventilador: el de la corrupción. El del amiguismo. El de los cenáculos. El del poder. El enrarecido ambiente que genera un gobierno ininterrumpido de tres lustros, algo que se ha demostrado nefasto para la ciudad.
Por eso me siento tan decepcionado por la actitud de Cs, IU y Vamos Granada, empujando a la alcaldía a Paco Cuenca para, acto seguido, dejarlo solo e, incluso, empezar un continuo pim pam pum muy lesivo para Granada.
Jesús Lens