Hacía tiempo que una hora no volaba a tanta velocidad. Fue el pasado sábado por la noche, en un Cuarto Real abarrotado. Era la última conversación del programa central de Granada Noir, estábamos cansados, las Alhambras Especiales hacían su efecto y, sin embargo, no se oía una mosca. Silencio sepulcral y expectante ante las palabras que Alicia Giménez Bartlett iba desgranando con una sensibilidad exquisita trufada de un ácido sentido del humor que, entonces sí, arrancaba las carcajadas de la gente.
Fue un privilegio escuchar a la autora galardonada con el IV Premio Granada Noir: mientras hacía un amplio repaso a su carrera literaria, nos hacía partícipes de las historias que están en la génesis de sus novelas, tanto las de la saga de Petra Delicado como “Hombres desnudos”, con la que ganó el Planeta, y “Donde nadie te encuentre”, galardonada con el Nadal y en la que se cuenta la historia de la guerrillera hermafrodita Teresa Pla Meseguer, conocida como La Pastora.
Hablaba de sus novelas y de sus personajes, pero en realidad hablaba de la vida, de la sociedad española contemporánea y la transformación que ha sufrido en estos veinte años. Hablaba de Petra, que ya está en la cincuentena, pero también estaba hablando de nosotros como lectores y del callo que vamos haciendo.
Respuestas justas y ajustadas, ni largas ni cortas, repletas de información y de contenido. Respuestas repletas de historias y anécdotas que nos hacen querer y comprender, más y mejor, tanto a sus novelas como a sus personajes. El origen de la idea para “Hombres desnudos”, por ejemplo, una de las novelas más interesantes que se han publicado en España sobre la crisis que nos viene azotando desde hace diez largos e interminables años.
Voló una hora de nuestro tiempo en compañía de Alicia Giménez Bartlett gracias a su conversación rica y feraz; inteligente y de una altura intelectual a la que estamos poco acostumbrados. Sin engolamiento alguno. Con la sencillez y la naturalidad de una persona sabia que deja perlas de su sabiduría con la naturalidad con la que un campesino siembra sus semillas en los surcos recién arados.
¡Qué disfrute, haber tenido con nosotros a Alicia Giménez Bartlett! Y qué complicidad con Fátima Gómez Abad, la diputada de Cultura y Memoria Histórica que le hizo entrega del IV Premio Granada Noir.
Jesús Lens