Se acabó lo que se daba. C’est fini. Mientras no me ha quedado más remedio, he permanecido en Granada capital, pero ya no más. Au revoir al presencialismo, a las reuniones cara a cara y al aquí y al ahora. Comienzo unas semanas de vida nómada durante las que iré y vendré con mayor libertad, por fin.
Por cuestiones profesionales, estas últimas semanas estuve anclado a mi biblioteca, a mi videoteca y a mi televisión conectada a Filmin. Pero la suerte está echada —¡Foh!— y ahora, con el portátil en el macuto y el móvil en el bolsillo, soy autosuficiente.
Quiso la suerte que el gran Joaquín López Cruces, talentoso dibujante y mejor persona, nos convocara al asalto y casi a modo de despedida veraniega en la librería Ovni Bazar Bizarro. ¡El viernes 29 de julio a las ocho de la tarde! Hay que tener valor…
Por supuesto, allí nos presentamos para disfrutar de la firma de su libro más reciente. Mañana les hablo de él. Es muy veraniego y muy cortito, pero aún no he tenido tiempo de leerlo. Hubo mucha gente y, además, muy interesante. La calle Duquesa de pobló de amantes de los libros, incluyendo a una nutrida pléyade de dibujantes. Por allí asomaron José Luis Munuera, Bute, Rubén Garrido y Enrique Bonet, entre otros. Y cineastas como Óscar Girón, que está currando en uno de los proyectos ‘flamencos’ de José Sánchez-Montes.
Hablamos de los trabajos en curso de unos y otros. Les recomiendo que vayan ahorrando, que Munuera está terminando varias cosas y la rentrée de otoño va a ser feraz. Lo de su tebeo sobre la loquísima maratón de San Luis del año 1904, bautizada como la carrera más extraña de la historia, me dejó turulato. “Va a tener mucho de Buster Keaton”, me avanzó. Y tiene otro cómic de estética steampunk entre manos, además de su anhelada versión del ‘Cuento de Navidad’ de Dickens. ¡Oro molido! Y es que Munuera es un estajanovista del cómic de autor. Y ojo a lo que trama Enrique Bonet para noviembre. ¡Crucemos los dedos!
Mientras Joaquín se hartaba de firmar —en un sentido no peyorativo— tumbamos unas cuantas Alhambras fresquitas en la calle, charla que te charla. Y de allí al Botánico, uno de esos garitos en los que da gusto estar. ¡Gracias a Ovni Bazar Bizarro por organizar esta improvisada despedida a julio!
Jesús Lens