Es un secreto a voces que las dos direcciones territoriales de la Caixa en Andalucía se van a quedar en Sevilla y en Málaga. En realidad, secreto no es, la verdad sea dicha, que todos lo tenemos ya asumido. Sería más difícil traerse una de ellas al Cubo que la remontada del Granada C.F. en Old Trafford.
Sin embargo, sorprende el silencio de políticos e instituciones. Con la excepción de Paco Cuenca, no se ha oído una palabra. Aunque fuera por disimular, nuestros representantes deberían hacer siquiera un poquito de postureo, como si el tema les interesara mínimamente, por mucho que ya no haya dietas. O la Cámara de Comercio y la Confederación Granadina de Empresarios, qué sé yo…
En realidad, tampoco pasa nada. Si algo hemos aprendido estos meses es que el estado físico de la cuestión no importa. Mientras el Cubo siga teniendo actividad productiva y la Caixa genere empleo en Granada, que la toma de decisiones esté en Málaga forma parte del guion.
Cuestión aparte es la Fundación. Dado que políticos e instituciones han optado por no presentar la batalla de la territorialidad financiera, esperemos que se muestren más activos en la dimensión social, cultural y medioambiental del asunto.
A nadie escapa que Fundación la Caixa es una de las más importantes del mundo, cuantitativa y cualitativamente. Si Granada aspira, de verdad, a la Capitalidad Cultural del 2031, deberíamos estar trabajando, todos a una, para que su huella en la ciudad sea mucho más visible y perceptible a partir de ahora. Sería beneficioso para la ciudadanía, por supuesto. Pero saldría ganando, sobre todo, el tejido cultural y social de nuestra provincia, que está canino y en un estado paupérrimo, abandonado a su suerte.
La cultura son exposiciones, conciertos y actividades literarias. Danza, cine, teatro, cómic y música. Pero la inversión en cultura también supone generación de riqueza y puestos de trabajo, algo de lo que estamos muy necesitados. ¿Y qué decir del sector social y asociativo en los tiempos del covid?
Para la Caixa, Granada también es un escaparate idóneo donde lucir sus mejores galas. A pesar de tantos pesares, Granada es una ciudad universal con reconocimiento internacional. Todo el mundo quiere venir a Granada, una y otra vez. No es solo el marco incomparable. Es su vibrante escena musical, su literatura, poesía, historia y pensamiento. Ojalá que, por una vez, sumemos todos y salgamos ganando en este envite. Es lo único que nos queda.
Jesús Lens