Se lo decía a Estrella durante la charla semanal de cine que mantenemos en la emisora La Voz de Granada: vamos a ir haciendo una lista. Una lista de películas que, estrenadas en toda España, no llegan a las salas de cine de Granada, para escarnio de todos los que defienden la capitalidad cultural de esta nuestra ciudad.
De responsables, culpables y de posibles soluciones también iremos hablando, pero de momento, aprovechando la nueva temporada, vamos a ir haciendo una lista de películas que se pueden ver en salas de Madrid, Barcelona, Málaga o Sevilla; pero no en Granada.
Lo que Granada no ve.
Películas buenas. Películas de calidad, bien acogidas por los críticos. Películas interesantes por sus planteamientos de fondo o por sus cualidades estéticas.
Películas como “El congreso”, de Ari Folman, también director de la película nominada al Óscar “Vals con Bashir”, e interpretada por Robin Wright Penn, Harvey Keitel, Danny Huston, Paul Giamatti o Frances Fisher y que ha recibido la siguiente nómina de distinciones:
2013: Premios del Cine Europeo: Mejor largometraje de animación
2013: Festival Cannes: Quincena Realizadores largometraje en concurso
2013: Festival de Sitges: Premio de la Críica
2013: Festival de Gijón: Nominada a Mejor película de animación
¡Ahí es nada!
O películas como “Locke”, con Tom Hardy, un tour de forcé concentrado en un par de horas y en la que solo hay un actor: él.
O cintas como “Ciudad delirio”, título apropiado para esta sección de cine invisible en Granada que va a hacer que la directora granadina Chus Gutiérrez no pueda ser profeta en su tierra dado que su más reciente trabajo… no está en cartelera.
Como veis, “Lo que Granada no ve” no es (solo) cine iraní en versión original. Que también. Pero no. Por desgracia, “Lo que Granada no ve” es mucho de lo mejor del cine comercial que no esté protagonizado por superhéroes o que no tenga como destinatario al público infantil y juvenil.
Lanzamos la primera piedra. Pronto, la segunda. Y, a partir de aquí, invito a debatir sobre las causas, responsables y posibles soluciones para que podamos ver “Lo que Granada no ve”… sin necesidad de utilizar la recién inaugurada autovía hasta Málaga como si nuestra ciudad hermana fuera la Perpignan de la Dictadura.
Hoy publico estas reflexiones en IDEAL, sobre Cines del Sur, un festival, efectivamente, IM-PRES-CIN-DI-BLE.
Todavía restan varias proyecciones del festival Cines del Sur. Hasta el viernes 13 hay tiempo de seguir viendo películas, pero el grueso de la programación ya ha terminado y el pasado sábado se fallaron los premios de la Sección Oficial de la octava edición de una cita cinematográfica absolutamente imprescindible.
Tengo que agradecer a José Sánchez-Montes la oportunidad que me ha brindado este año de conocer un poco más y mejor este festival, al haber formado parte del maravilloso jurado, compuesto por la cineasta Andrea Herrera y las profesoras Bárbara Zecchi y Ana Martín.
Desde su arranque, allá por el año 2006, he seguido muy de cerca Cines del Sur. Sin ir más lejos, aquel primer año ya hice las críticas de todas las películas a concurso para IDEAL y, después, he procurado ir al mayor número de proyecciones posible, así como participar en las diferentes y atractivas actividades paralelas de cada certamen. Por ejemplo, nunca olvidaré aquel vibrante, feraz y provocador diálogo entre el director mexicano Arturo Ripstein y su esposa y a la vez guionista, Paz Alicia Garciadiego.
Gracias a Cines del Sur hemos tenido en Granada a Omar Shariff, a Gael García Bernal, a Jafar Panahi o al japonés Kobayashi, por ejemplo. Pero, sobre todo, hemos tenido las películas. Porque, por mucho que nos pueda seducir la alfombra roja, lo realmente importante de un Festival de cine son las películas que los espectadores pueden disfrutar en pantalla grande y en las mejores condiciones de reproducción.
Y Cines del Sur nos ha traído decenas de grandes e importantes títulos y autores. Por ejemplo, en Granada hemos podido disfrutar de las brutales películas del filipino Brillante Mendoza antes de que se alzara con el premio al mejor director de Cannes en 2009. Y, precisamente este 2014, la Palma de Oro del festival más famoso del mundo ha sido para el turco Nuri Bilge Ceylan, cuya anterior película, “Tres monos”, fue una de las exhibidas en Granada, en la edición de 2011.
Sirva esta relación de películas y nombres para demostrar que los programadores de Cines del Sur saben, y muy bien, lo que se traen entre manos. Por eso, este año, al preguntar a la gente las razones que les llevaban a ver las películas del Isabel la Católica me decían que no las conocían ni habían leído nada de ellas, pero que confiaban en el criterio de los organizadores. Sabia decisión.
A nadie escapa que estamos saliendo de lo peor de la crisis pero que, de haberlos, los brotes verdes ni han llegado al mundo de la cultura ni se les espera. Al menos, no a corto plazo. El presupuesto de Cines del Sur de este año ha sido tan, tan ajustado y austero que la gente de la organización va a necesitar una larga cura intensiva de sueño, relajación y descanso. Y no solo por las horas echadas -esas ojeras y voces cascadas, el sábado noche, de Reyes y Pedro- sino por la colosal y heroica multiplicación de funciones. ¡Hasta el infinito y más allá!
Aún así, Cines del Sur ha vuelto a llenar el Teatro Isabel la Católica de un público entregado que ha respondido fielmente a esta cita anual, viendo las películas, comentándolas, votando por sus favoritas al final de cada proyección, etcétera. Y, de nuevo, el ambientazo en la Plaza de las Pasiegas, gracias a esa monumental pantalla al aire libre, frente a la Catedral. Cine gratuito que ha cosechado llenazos absolutos, cada noche. ¡Ni la lluvia pudo con el Bollywood filmado en España, entre Tomatinas y San Fermines!
La UGR y la Alhambra, los otros grandes aliados del Festival junto a las empresas que aportan su granito de arena para que el milagro sea posible, pueden estar satisfechas de un Festival que da visibilidad a un cine habitualmente invisible y que permite conocer las realidades de países geográfica y/o culturalmente a años luz de España, como Birmania, Japón, Uzbequistán, Túnez, Turquía, Uruguay, Kenia, India, Líbano o Irán.
Un cine que cuenta sus historias de forma diferente a los estándares habituales del cine comercial occidental. Un cine con otros tempos y registros que, sin embargo, habla de temas universales: la emigración, las tensiones de las sociedades en transformación, la complejidad de las relaciones familiares y, por desgracia, el de la violencia contra las mujeres; muy presente en el palmarés de esta edición de 2014.
Enhorabuena, pues, a la consejería de cultura de la Junta de Andalucía por mantener su compromiso con Cines del Sur, un festival imprescindible que ya se ha hecho un hueco en el corazón de Granada y que tiene dos desafíos por delante: el primero, tratar de fidelizar al público más allá de estas dos vibrantes semanas de junio, buscando la forma de seguir proyectando cine invisible a lo largo de todo el año.
La segunda: dar continuidad a una estructura estable del Festival, aunque sea mínima, que permita buscar, ver y conseguir las mejores y más atractivas películas del mercado, de cara a su proyección en Granada.
En este mundo cada vez más competitivo, homogéneo, colonizado y clonado; un festival como Cines del Sur es un privilegio que contribuye a diferenciarse y a destacarse como referente internacional. ¡Nada menos!
¡Sigamos apoyándolo, entre todos y larga vida a Cines del Sur!
Si compráis la revista Garnata, no encontraréis este reportaje. Por una sencilla cuestión de espacio-temporal: para cuando ha salido la revista, ya hacía demasiado tiempo que el Festival terminó y, por tanto, el reportaje estaba desfasado.
¡Qué complicado, el mundo de la edición! Mantener el equilibrio entre la actualidad, los plazos que nos devoran, el interés del lector y el número de páginas… ¡heroico, lo que consiguen los amigos de Garnata, en estos tiempos de estrecheces y restricciones!
Pero como la maquetación del reportaje había salido tan bien, no hemos querido echarla al olvido así que, como separata virtual de la revista, como si fuera una de las tomas falsas de un programa de televisión o parte del making off de una película, aquí lo lleváis: Cines del Sur o la visibilidad del Cine invisible.
Veréis que aparecen dos fotogramas de una película emocionante: “Mamá África”.
Quiere la casualidad -¿o no?- que este fin de semana se celebre en Alcalá la Real ese maravilloso e imprescindible Etnosur. Hace tiempo que no voy, que siempre me ha coincido con Semana Negra. Como la cita asturiana, este año, es más tarde, la Tropa Musiquero-Viajera hemos organizado un micro on the road con estancia en Alcalá la Real para disfrutar de un Festival que este año, además, es temático: Especial África.
Además de volver a ver a Femi Kuti, disfrutaremos, por supuesto, del merecido homenaje a Miriam Makeba, la entrañable Mamá África.
Creo que, esta vez, me llevaré tecnología portátil e iremos contando, en vivo y en (casi) directo.
Jesús making off Lens
PD.- Atención a dos excelentes artículos de Opinión de El País. Uno de Antoni Domenech y Daniel Raventós y otro de Sami Nair, sobre la izquierda, su desorientación y su ¿futuro? Dan mucho que pensar, creedme. Y aún con todo, tenéis que comprar Garnata. Porque sí estamos, con un reportaje de cine. Y que está basado en esta imagen…
Cinco ediciones cumple ya Cines del Sur, el Festival de cine de Granada por excelencia.
Cinco años trayendo a nuestras pantallas ese cine que jamás se proyecta en cartelera y que, por tanto, obra un milagro: hacer visible lo invisible. Y con el que compartimos esta Filosofía, desde luego.
No sé cuántas películas podré ver a lo largo de esta semana, pero me encantaría asomarme a todas las posibles del ciclo “Premiadas en FESPACO”, el Festival de Cine africano más reputado del mundo, con sede en Ouagadugu, Burkina Faso.
África, el Sur, Oriente… también existen. Y el Bollywood noir, negro y criminal, aunque sus protas cambien de vez en cuando las pistolas por micrófonos, para soltarse algunas de esas canciones que tan famoso han hecho el cine made in India.
Y está la sección a concurso. Y las películas rescatadas por Scorsese, y las retrospectivas, y los homenajes…
Y todo ello con un exiguo y menguante presupuesto. Pero con ilusión, trabajo y dedicación, personalizados en José Sánchez Montes, el mentor, impulsor y director de un Festival que, entre todos, tenemos que conseguir que siga creciendo, una vez que las raíces parecen sólidamente asentadas en esta tierra granadina nuestra.
¿Nos vemos en las salas? Aquí, toda la programación.