En ocasiones tengo la impresión de que la multiplicidad de administraciones que en teoría deberían gobernarnos tienen como objetivo principal el hacerse la puñeta, las unas a las otras. E, inmediatamente aparejado, el de servir como excusa y parapeto para la inacción gubernamental.
Leo que el presidente de la Confederación de Empresarios, Gerardo Cuerva, reivindica la línea eléctrica Caparacena-Baza-La Ribina como infraestructura básica para el desarrollo económico de esta zona de Andalucía y que, movido por su preocupación, ha sentado en la sede de la CGE a representantes políticos y del tejido empresarial afectados por el tema.
Cuerva aporta un dato preocupante: las inversiones previstas en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica se han reducido en aproximadamente un 20% en el período 2015-2020 con respecto al periodo anterior, correspondiente a los años 2008-2016.
El director general del Clúster Andaluz de Energías Renovables de Andalucía (CLANER), Carlos Rojo, denuncia que, tras años de reclamaciones, empresas que invirtieron en proyectos de renovables en la zona se ven abocadas a abandonar sus promociones y a deslocalizar sus inversiones.
¿Y los representantes políticos, de uno y otro partido, PP y PSOE? ¡A bofetadas, faltaría más! No en esta reunión, en la que todos habrán mostrado su firme compromiso para encontrar una solución que tal y tal y tal. A bofetadas, según podemos leer en sus declaraciones de los últimos meses a los medios de comunicación.
No se lo van ustedes a creer, pero el ayuntamiento de Baza -del PSOE- y la Junta de Andalucía culpan al gobierno central, mientras que el gobierno central culpa a la Junta de Andalucía y al gobierno de Zapatero y, de paso, le dan un toque a la Diputación de Granada y hasta a Francisco Cuenca, por no posicionarse en el tema de los 2 hospitales completos. Efectivamente: el Y-tú-más. O el Y-tú-menos.
En los partidos mantienen bien actualizados sus argumentarios acusativos: cada vez que surge una polémica, dando igual el tema del que se trate, inmediatamente salen a relucir los Pues-anda-que-tú de rigor, echándose a la cara los retrasos y recortes en autovías, trenes, metros, presas, AVEs, corrupción, hospitales y choricerío como temas estrella. Una forma lesiva, miserable y empobrecedora de entender la política en la que siempre perdemos los mismos.
Jesús Lens