Raquel, hoy hay que correr

Sé que estás nerviosa. Es natural. Te vas a enfrentar a tu primera carrera de 10 kilómetros. Que se dice pronto. Tu primer acierto: haber elegido para el debut el Memorial Padre Marcelino, una de esas carreras que son, efectivamente, populares. Y es que esta mañana, varios miles de corredores os daréis cita en las calles de Granada. Y de ello hablo en mi artículo de IDEAL.

01_CARRERA_MARCELINO_2016

Raquel, espero que no hayas alterado ninguna de tus rutinas alimenticias, para no encontrarte con sorpresas gástricas durante la carrera. Normalidad. Y naturalidad. ¿Estamos?

Nada de estrenar ropa nueva, por ejemplo. Y, sobre todo, sal a disfrutar. ¿Se puede disfrutar, corriendo 10 kilómetros, cuando no tienes mucha experiencia? Por supuesto que sí. La clave es pasarlo bien. Y para eso, siempre hay trucos.

Por ejemplo, querida Raquel: aprovecha para descubrir tiendas, lugares y espacios que jalonan el recorrido y en los que nunca habías reparado. Paradójicamente, corriendo se perciben mejor las cosas que en el día a día, cuando vamos absortos en el móvil y andando a toda velocidad, porque siempre llegamos tarde. Corriendo, todo se ve más pausadamente.

marce1-640x437-640x437

Otro truquillo: ríete (por lo bajini) de esos ansia viva que no se habían enterado de que había una carrera y, un domingo a las 10 de la mañana, necesitan imperiosamente cruzar con su coche por Arabial o el Camino de Ronda, no pudiendo esperar 15 minutos a que pasen los atletas. ¡Eso sí que son prisas!

Importante, también: no mires con envidia a las personas que llevan churros a casa. Fíjate bien en su expresión y verás cómo, en realidad, son ellos los que te envidian a ti. Algunos pondrán cara de incomprensión, pero en realidad les gustaría poder estar ahí.

Y habla con la gente. Si no puedes… es que vas demasiado rápido. Y se trata de terminar la carrera lo más a gusto posible. Tampoco tienes que dedicarte a los Diálogos de Platón, pero una frase aquí y otra allá, relaja mucho. Y sonríe a las decenas de voluntarios que te harán más agradable el recorrido. Sin ellos, todo esto sería imposible. Disfruta del sonido de las respiraciones y de las pisadas sobre el asfalto. ¡Hay música, ahí!

1458_1

Y por fin, Raquel, cuando cruces la línea de meta, piensa en una sola cosa: tú, más que nadie, te mereces el calor de los aplausos que vas a sentir.

Jesús Lens

Twitter Lens

Correr una Media Maratón y no morir en el intento

El paisaje después de la batalla, tras la Media Maratón de San Sebastián: 1 corredor muerto, 4 en la UCI, 15 hospitalizados en Observación y un sinfín de asistencias médicas durante y después de la carrera.

Morir corriendo

Por supuesto, habría que conocer el estado físico de cada una de estas personas y qué le pasó a cada uno para acabar en esta situación, pero el hecho es que, como recordaba el veterano campeón Martín Fiz, empieza a haber mucha gente que afronta una Media Maratón (21 kms) como el que se levanta una mañana y se da un paseo por playa.

Y no es eso, señores. Correr una Media Maratón no es eso.

Muerte en carrera

Es cierto. En San Sebastián hizo un calor desacostumbrado y una gran humedad. Por lo leído, faltó avituallamiento líquido para muchos de los participantes y, en esas condiciones, a cualquiera le puede dar un pitango. De hecho, hace un par de años hice la peor carrera de mi vida en una Media Maratón costera, abrasadora y húmeda hasta lo imposible. Acabé resquebrajado, pero de una pieza. Eso sí, si me hubiera obcecado en tratar de seguir corriendo como en los primeros 5 kms… ¿quién sabe? Y es que, a  veces, una lesión en carrera puede ser de lo más oportuna.

El caso es que una Media Maratón es una carrera muy seria que no se debe afrontar si antes no has corrido largas distancias con una cierta asiduidad. Y por largas distancias no me refiero a los 10 kms. con los que tendemos a conformarnos.

GRA096. SAN SEBASTIÁN, 08/11/2015.- Un atleta descansa sobre la acera tras atravesar la línea de meta, durante la 51 edición de la carrera popular Behobia-San Sebastián, en la que participan 34.000 personas. EFE/Juan Herrero
GRA096. SAN SEBASTIÁN, 08/11/2015.- Un atleta descansa sobre la acera tras atravesar la línea de meta, durante la 51 edición de la carrera popular Behobia-San Sebastián, en la que participan 34.000 personas. EFE/Juan Herrero

Hasta que no pasas del kilómetro 15 no sabes cómo va a comportarse tu organismo. Y, si hace calor y has ido forzado, los último tres kilómetros, del 18 al 21, pueden ser un drama.

Porque correr una Media Maratón no es solo correr 21 kms. Es participar en una carrera. Y en una carrera, aunque no quieras, siempre vas más rápido que en los entrenamientos, cuando sales a rodar, solo o en compañía de otros.

No vamos a decir que ponerte un dorsal es como pegarte un chute de Red Bull y sentir que te da alas, pero sí que te anima a correr más deprisa. Además, al sentir el calor del público, te vienes arriba. Y las ganas de adelantar al tipo de la camiseta roja de delante, te empujan. Y no dejar que se despegue el de la camiseta azul que te acaba de adelantar, te hace forzar.

Muerte deshidratación

Si eres un aficionado, en una carrera y a nada que no le eches cabeza fría a la cosa, siempre vas más fuerte de lo que acostumbras en los entrenamientos. Y eso se aguanta muy bien durante 5 kms. Vas fresco, disfrutas corriendo, te sientes invencible, ves cómo vuelan los kilómetros a una velocidad de vértigo…

La cosa, entre el km 5 y el 10, ya solo se aguanta. Y punto. Pero, a partir de ahí, el tinglado empieza a tambalearse. Y, si no estás bien entrenado, a partir del km 15 entras en una zona desconocida para tu cuerpo. Y para tu mente.

Y ahí es donde hay que extremar las precauciones, sobre todo, en días de calor y humedad. Porque, a esas alturas, si no te has hidratado convenientemente, ya no hay agua, bebida isotónica o gel que valga.

Muerte hidratado

Sé que estas palabras suenan a viejuno, a cagón y a cobardica. Pero la moda del running, como todas las modas, tiene su lado oscuro y no está de más ser prudentes, hacerse una revisión médica (ejem, ejem), entrenar duro y competir con cabeza.

Jesús Lens

Twitter Lens

Buenas sensaciones en la Media Maratón 2014 de Granada

Mi reloj se paró ayer. Es decir, se quedó en blanco. El reloj que conecta con el satélite y te marca, además del tiempo que llevas, la velocidad a la que vas y el promedio kilométrico que arrastran tus piernas.

 Media Maratón Granada 2014 recorrido

Y ya no lo he podido recuperar.

Así que salí a correr a cuerpo gentil, prescindiendo de los dictados del Dios Cronos.

Había quedado con mi hermano, temprano, en la puerta de una Licorería cercana a la salida. (Para los malpensados diré que, a esas horas, la licorería estaba cerrada).

Por una vez y sin que sirva de precedente, llegamos con tiempo a la salida. Nos situamos más o menos donde nos correspondía (no así otra gente, que sale desde muy adelante y luego es rebasada por cientos de corredores, provocando empujones y tropezones innecesarios) y, desde el pistoletazo de salida hasta que cruzamos el arco, pasaron un par de minutillos.

Cabras Locas recogiendo el dorsal
Cabras Locas recogiendo el dorsal

No sé cuánta gente habrá corrido hoy. La web de inscripciones señala que unas tres mil. Los voceros oficiales dicen que se ha llegado a 5.000 inscritos. Dudo que hayan sido tantos, pero lo importante es que han sido cientos y cientos de personas las que, hoy, tomamos las calles para hacer deporte.

Lo que, curiosamente, ha generado polémica en las Redes Sociales. Y mira que la carrera lleva anunciada en prensa y en paneles en las calles desde hace semanas. Pero claro, como leer el periódico no sirve para nada… Imagino que tampoco leer los Muros de decenas de atletas que llevamos hablando de la carrera desde hace días.

En fin.

Que el caso es quejarse. Sin embargo, no creo que los bares del Zaidín hayan puesto el grito en el cielo, teniendo a varios miles de personas deshidratadas en sus cercanías, con ganas de tomarse esas Alhambras Especiales y otras cervezas que, según todos los estudios científicos, constituyen la mejor hidratación posible después de hacer deporte.

Foto: Granada Digital
Foto: Granada Digital

Pero al lío. Que me pierdo en las digresiones.

Que la carrera me ha ido bien. Que estaba preocupado porque en los entrenamientos no me encontraba muy allá, pero que he hecho la mejor Media Maratón de los últimos años, en 1 hora y 45 minutos aproximadamente; volviendo al entorno de los 5 minutos el kilómetro, de media y sostenidos durante los (más de) 21,100 kilómetros de un recorrido duro y exigente como es el trazado de la Media Maratón granadina.

Mi plan, ayer, era el siguiente: salir lo más rápido posible y hacer los primeros 10 kilómetros con cara tranquila y aire desenfadado para, después, someterme a lo que técnicamente se denomina “La muerte del loro”: hincar el pico en el pecho, bajar la mirada y no levantarla hasta meta.

Dicho, y hecho. Fui con mi hermano hasta el kilómetro 8 más o menos. Él me iba diciendo algún parcial kilométrico, todos bastante por debajo de los 5 minutos. Y cuando llegamos al Camino de las Vacas, le miré por última vez y le dije:

  • Hasta aquí he llegado. Te toca.

Y le vi marchar hacia delante, inexorablemente. ¡Carretón que se ha macado! Ha llegado a meta en 1 hora y 40 minutos. ¡Apoteósico! Sobre todo teniendo en cuenta que año pasado por estas fechas sufría para bajar de 1 hora y 50 minutos. (Resultados, tiempos y clasificaciones de la carrera, aquí )

Carreras de Familia
Carreras de Familia

Los entrenamientos en montaña, el buen ambiente en nuestro grupillo de Cabras Locas, las salidas con Edu y José Miguel, los arreones en la playa, la Bandera… ¡Un crack, mi hermano!

A partir de ahí, me relajé en exceso y me adelantaron muchos corredores. Me rehice, me volví a relajar y cuando íbamos por el kilómetro 16, donde otras veces ha llegado el Tío del Mazo y me ha dejado fuera de combate; me encontraba relativamente entero. Al escuchar el tiempo que llevábamos, me animé a tirar un poco. Y así, a tirones (ese maldito Paseo del Salón y sus revueltas) hasta meta.

Otra circunstancia adyacente: un señor entraba a mi lado sosteniendo a un bebé de semanas en sus manos. ¿Se puede ser más inconsciente? Un tropezón, un empujón, un lo que sea… en fin. Nuevamente. En fin.

Que llegué, que saludé a los amigos que me fui encontrando tras felicitar a mi hermano y tras las dosis nunca suficientes de hidratación; me volví a casa. Contento. Con la sensación del deber cumplido.

Ahora, pasadas las horas, empiezan los dolores de verdad. Las microrroturas. La tensión acumulada. La exigencia muscular. El desgaste que supone tirar de estos 95 kilos, durante 1 y 45 minutos, a 5 minutos el kilómetro.

Y con ganas. Con ganas de volver a Motril para rematar el Circuito de Fondo de Diputación, al que este año he fallado más que otros. Y a pensar en esa otra disciplina, cada vez más atractiva: la carrera de montaña y el Desafío Bárbaro de Pitres.

Desafío Bárbaro Pitres 2014

Pero esa ya será otra historia.

Jesús Lens

Firma Twitter

Corriendo al cerro de San Miguel

Hoy, 21 de junio, es el primer día del verano. De todos los cambios de estación, éste suele ser en el que más reparo. Debe tener que ver con que solo dos días antes he cumplido años y estoy receptivo. Y, por supuesto, con que soy una criatura del verano.

 Running Urbano Alhambra Granada

Siendo sábado, quedé para correr con mi hermano. A las 12. Del mediodía. Una hora muy de los Lens, como bien sabe nuestro querido Edu, que se fue a unas indecentes 9 de la mañana. ¡Qué valor!

Pero es que hacía un día muy bueno.

Tanto que, cuando salí a desayunar, a eso de las 8.30, hacía hasta frío. O fresco, por no exagerar.

Y por eso decidimos, en vez de salir al campo y subir por la Pasarela al Balcón del Genil, cruzar los senderillos de más allá de la Fuente de la Bicha o escalar hasta el Llano de la Perdiz; hacer 18 kilómetros de running urbano y turístico.

Este es el recorrido, con salida y llegada al Zaidín.

Lo primero, ir al Flamboyant para, desde allí, subir casi en línea recta a la Alhambra, que reventaba de gente. Bajar por la Cuesta de los Chinos y darle una gran voz de alegría a nuestra querida Clarissa, que subía con unos amigos. ¡Cómo me gusta encontrarme con esa gente cuya sonrisa transmite alegría, felicidad y optimismo!

 Running Urbano Cuesta de los Chinos

Bajamos por la Carrera del Darro, casi hasta Plaza Nueva, y nos lanzamos por el Albaycín hacia arriba, dado vueltas y revueltas hasta salir al camino del Sacromonte.

A la altura de Casa Juanillo, tiramos por la Verea de Enmedio, hasta hacer alto en una pequeña fuente, junto a la Cuestecilla de la Alboreá.

¡Cuestecilla!

¡Ay!

 Running Urbano Granada Sacromonte

Al no hacer mucho calor, el día estaba claro y luminoso. Y, en esas condiciones, recorrer la Alhambra y la Granada nazarí es un privilegio. En verano, el calor provoca una permanente calima que no permite disfrutar de los colores puros, reales, tal y como son en la naturaleza. Hoy, el día en que entraba el verano, fue una gozada y subiendo y bajando lomas, colinas, calles, senderos y veredas, llegamos al Cerro de San Miguel.

¡Qué putada, que la fuente estuviera seca! No sé a quién corresponderá su mantenimiento, pero pocas cosas más tristes y penosas, deprimentes, cutres y lamentables que una fuente de cuyo caño apenas cae un triste hilillo de agua.

 Running Urbano Granada

Aun así, paramos nuestros relojes y disfrutamos de las privilegiadas vistas que hay desde ese punto mágico de Granada.

Y una cuestión centró la charla, mientras veíamos esa espectacular vista casi aérea de la Alhambra: ¡qué bien quedaría nuestra joya más preciada en “Juego de Tronos”. Por cierto, ¿has visto ya cuando…? No, yo es que aún estoy leyendo la tercera novela y voy por cuando…

Es lo bueno, lo mejor que tiene salir a correr un par de horas con tu hermano. Sin llamadas, móviles, mensajes, Facebooks o Twitters de por medio. Que puedes hablar lo mismo de lo cuadriculada que es la dirección de Pablo Laso y de cómo ha fundido a los jugadores del Real Madrid que del estreno, hoy, de una peli con hechuras míticas: “Gangs of “, más de 330 minutos de película conocida como la saga del Padrino de la India.

 Running Granada San Miguel

Comentamos lo cojonuda que es “Te quiero porque me das de comer”: tienes que leerla. Y vas a entender lo que pasó en Carabanchel, el barrio de nuestros abuelos.

¿Y el verano? Pues ahí. Y aquí. Y el empacho de información regia. Y “Cotton Club”. Aunque, bien pensado, de “Cotton Club” hablamos el martes pasado, antes de la brutal subida al Balcón del Genil.

Y así bajamos por las cuevas de San Miguel, hasta volver al pilarillo de la Alboreá. Cruzamos por la calle Pagés, el Mirador de San Cristóbal y nos lanzamos hacia abajo, en busca del Hospital Real y de la Puerta y de la calle Elvira. Para no molestar excesivamente a los viandantes, subimos por el Realejo y, a la altura del Restaurante Damasqueros, tuve ganas de pedir asilo político. Y gastronómico. Solo unas horillas. Pero seguimos. Hasta volver al Salón, cruzar por las Titas para beber en la fuente de junto a los Escolapios y volver al Zaidín.

 Running Urbano Puerta Elvira

Cerca de las dos enfilaba yo la Avenida de Cádiz. Cansado, con los tendones y las rodillas doloridos por el machaque que supone correr por adoquines y asfalto. Y con sed. Mucha sed.

Pero feliz y contento de haber estrenado mis 44 años y la entrada del verano 2014 haciendo algo tan sencillo, pero a la vez tan grande; como salir a correr con mi hermano por una ciudad que, a veces, olvidamos es una de las más hermosas del mundo.

Jesús Lens

Firma Twitter